Maltrato Psiquico .Info
  La Víctima
 

Tipos de Víctima
de Maltrato Psíquico

Al igual que los tipos de Maltratador Psíquico, las siguientes clasificaciones también tienen una equivalencia con la que pueda contemplar clasificaciones de otros tipos de Maltrato.

A. Clasificación por el Tipo de Motivación o Causalidad

Víctima Circunstancial, Accidental o Casual

Víctima Sistemática, Reincidente o Por Causas Psíquicas

Víctima Circunstancial, Accidental o Casual

Es aquella Víctima que, debido a circunstancias y/o motivaciones ajenas a su voluntad tanto consciente como inconsciente, ha establecido su relación con un Maltratador de una manera que puede considerarse accidental.

En otras palabras, aquí la condición de Víctima se debe a causas, motivos o explicaciones que no dependen mayormente de la Víctima sino de otra u otras personas o circunstancias más poderosas. Ejemplo de persona o circunstancia más poderosa que la voluntad de la propia Víctima: La personalidad y las consecuentes acciones de un Maltratador.

La Víctima Circunstancial, una vez terminada su relación con el Maltratador, es perfectamente capaz no sólo de establecer nuevas relaciones sanas, sino de no volver a establecer una relación enferma con otra persona.

Por lo tanto, una Víctima Circunstancial no implica un perfil psicológico enfermo ligado a la necesidad de ser agredida o castigada por otra persona, sino que es el mismo Maltratador quien la ha buscado, escogido y manipulado para que se preste como Víctima.

Aunque muchos profesionales del campo de la psicoterapia suelen considerar a toda Víctima de Maltrato como Víctima "inconscientemente voluntaria" o "masoquista", negando la significativa realidad y existencia de las Víctimas Circunstanciales, de hecho, el porcentaje real de unas y de otras queda todavía por establecerse.

Por ahora, aquí nos inclinamos terminantemente hacia una postura un tanto menos injusta para las Víctimas y otro tanto menos "complaciente" (término bien conocido por el psicoanálisis) para con los Maltratadores:

LA GRAN MAYORÍA DE LAS VÍCTIMAS DE MALTRATO PSÍQUICO O FÍSICO NO HAN BUSCADO NI CONSCIENTE NI INCONSCIENTEMENTE
SU CONDICIÓN COMO TALES.

Víctima Sistemática, Reincidente o Por Causas Psíquicas

Es aquella Víctima que, debido a motivaciones conscientes e inconscientes, se relaciona siempre con una persona o más cuyo perfil psicológico coincide con el de un Maltratador.

Al conocer en profundidad a este tipo de Víctima, se hace evidente que su relación con el Maltratador no es producto de la "mala suerte" ni del "destino", sino que la misma ha participado activamente en:

((( 1 ))) La creación o generación de situaciones que han atraído al Maltratador hacia ella o hacia su vida personal.

((( 2 ))) La elección voluntaria de ese tipo de persona (el Maltratador) como suficientemente aceptable para -como mínimo- iniciar una relación estable.

Por supuesto, no se trata de que la Víctima sabe a conciencia que va a ser maltratada por esa persona y que esa relación le va a provocar graves perjuicios, sino más bien de sentirse atraída por ciertas cualidades que -debido a reglas propias de la mente humana- se hallan íntimamente ligadas a las de un Maltratador (por ejemplo, el sentimiento de omnipotencia, la arrogancia, la suspicacia, etc.).

En este sentido, entonces, sí puede afirmarse que la Víctima Reincidente sabe lo que le espera, pero sólo a nivel inconsciente.

¿Por qué buscarse un Maltratador, aunque sea debido a motivaciones inconscientes? Porque la Víctima que reincide lleva en su memoria inconsciente un conjunto de conflictos no resueltos y percepciones de la realidad que entran en juego con cada persona que pueda encontrar y que esté relacionada con los mismos, aunque sea de manera indirecta.

Por todo lo dicho, puede llegar a concluirse entonces que la Víctima Reincidente implica necesariamente, si bien no un trastorno mental, sí un perfil psicológico enfermo íntimamente ligado a una necesidad de ser agredida o castigada por otra persona, es decir, un perfil de tipo "masoquista". No sería el Maltratador quien la ha buscado, escogido y manipulado para prestarse como Víctima, sino -muy por el contrario- la misma Víctima quien se ha prestado como tal y le ha otorgado todas las facilidades.

Sin embargo, como ya se ha señalado más arriba, debe serse más prudente ante tales inferencias ya que existe un muy lamentable peligro de caer en la injusta e innecesaria estigmatización de cualquier Víctima, sea ésta pretendidamente "falsa" o pretendidamente "verdadera" -como ya ha estado sucediendo desde siempre a nivel profesional-. Deben evitarse las suspicacias con la Víctima del tipo "algo habrá hecho" que, en definitiva, acaban exculpando al verdadero causante del Maltrato: El Maltratador.

Las Víctimas "menos verdaderas que otras" no existen. Antes que acusar para tomar distancia emocional o para desentenderse de los verdaderos motivos de un Maltrato Psíquico, debería ofrecerse mucha más seriedad y mucha más prudencia. Al fin y al cabo, no existen datos estadísticos conocidos que demuestren una prevalencia destacable de Víctimas Reincidentes especialmente "masoquistas" o con cualidades de "autoinmolación moral".

B. Clasificación por el Tipo de Relación Con el Agresor

En esta clasificación pueden incluirse tantos tipos de Víctima como tipos de relación humana exitan, por lo que aquí mencionamos solamente algunos de los más habituales. A fines prácticos, en su mayoría se usa el genéro masculino.

Mujer Maltratada Psíquicamente

Hombre Maltratado Psíquicamente

Niño Maltratado Psíquicamente

Adolescente Maltratado Psíquicamente

Hijo Maltratado Psíquicamente

Padre Maltratado Psíquicamente

Empleado Maltratado Psíquicamente

Profesional Maltratado Psíquicamente

Prisionero Maltratado Psíquicamente

Discapacitado Maltratado Psíquicamente

Abuelo Maltratado Psíquicamente

Anciano Maltratado Psíquicamente

Alumno Maltratado Psíquicamente

Maestro Maltratado Psíquicamente

Compañero Maltratado Psíquicamente

Inquilino Maltratado Psíquicamente

Famoso Maltratado Psíquicamente

Sociedad Maltratada Psíquicamente

 

C. Clasificación Según el Grado de Presencia o Ausencia de Secuelas Psíquicas

Víctima Propiamente Dicha

Víctima Con Secuelas

Víctima Reincidente

Víctima Rehabilitada

Víctima Simuladora

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Conductas Típicas de la Víctima de Maltrato Psíquico

A continuación presentamos una lista exhaustiva de conductas típicas de la Víctima de Maltrato Psíquico, es decir, de todos aquellos comportamientos, verbalizaciones, actitudes, etc. que la propia Víctima o Terceros pueden observar.

Para identificar a una persona como Víctima no es suficiente con que la misma manifieste sólo una de las siguientes categorías, por lo que en una Víctima deben observarse un conjunto de ellas.

A fin de no precipitarse y de no realizar una identificación errónea, señalemos además que cada caso debe analizarse dentro de un contexto, ya que éste puede determinar radicalmente el sentido, significado o interpretación final que se le otorgue a una conducta.

Síndrome de Estrés Post-Traumático

Trastorno mental caracterizado principalmente por Estrés Grave o "Distress", así como por otros síntomas asociados, tales como: Incapacidad para Recordar Detalles Importantes del Hecho, Pesadillas, Etc., todos debidos a la aparición de un acontecimientro traumático.

Aunque las características de este síndrome -registrado en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría- se reservan más bien para referirse a acontecimientos traumáticos muy puntuales y concretos (como un atentado, una guerra o una violación sexual), algunas de las características más importantes de una persona maltratada psíquica o psicológicamente resultan perfectamente equivalentes y -como mínimo- de gran utilidad descriptiva.

Emociones Paralizantes

Depresión, Culpa, Confusión, Miedos, Angustia, Terror Psicológico, etc.

Puede abarcar desde pequeñas tendencias o rasgos hasta estados de ánimo muy graves, intensos e incapacitantes a todo nivel. Pueden aparecer por períodos o mantenerse de una forma relativamente permanente, pero siempre guardan una estrecha relación con las conductas maltratadoras (a menos que se descubra una causa neurológica o genética).

Su carácter paralizante está referido a las consecuencias de inhibición o detrimento de las facultades mentales de la Víctima, así como a la interferencia en la acción de conductas relacionadas con su desarrollo y su vida personales.

Las emociones paralizantes se deben a una alteración del cerebro provocada por la imposibilidad de procesar los datos recibidos de la realidad exterior, haciendo que la persona se bloquee en cuanto a sus facultades intelectuales. Por supuesto, el Maltratador conoce perfectamente cuáles son esos datos -el Maltrato Psíquico- y se los hace llegar a la Víctima a fin de favorecer o facilitar la manipulación de la misma, además de hacerle daño: Al impedirse el pensamiento y -por lo tanto- cualquier comportamiento racional y adecuado, la Víctima se encierra en sus propios sentimientos negativos, sin apenas posibilidad de reaccionar o salir de la trampa, y, de paso, sufre.

Síndrome de Kafka

Concepto ideado especialmente para Maltratopsiquico.Com. Consiste en un conjunto de manifestaciones equivalentes a las características de las Víctimas descritas en algunos personajes de la obra del famoso escritor Franz Kafka.

El Síndrome de Kafka es una de las variantes de Maltrato Psíquico más intensas e incapacitantes que existen, caracterizada principalmente por una sensación habitual o recurrente de terror psicológico y de hallarse atrapado/a o sin salida, es decir, sin posibilidades de escapatoria de la situación real vivida.

Sus manifestaciones pueden darse, o bien por períodos (cíclicamente), o bien de forma permanente (sistemáticamente). He aquí las principales de ellas:

- Terror Psicológico

- Angustia Extrema

- Confusión General

- Coartación Psíquica y/o Física de la Libertad

- Estrés Grave

- Depresión Grave

- Anulación General de la Persona (voluntad, autoestima, racionalidad, sentimientos, etc.)

Posición Inferior de Poder Con Respecto al Maltratador

Esto abarca no sólo el poder entendido como jerarquía (ej. un cargo laboral inferior), sino también el poder económico, físico (tener más fuerza, capacidad o habilidad física que la Víctima), intelectual (el que utiliza un tipo de inteligencia, de experiencia o de cultura para Maltratar), etc.

Baja Autoestima

Como consecuencia directa del Maltrato, toda Víctima acaba por sentirse desvalorizada en su persona y sin confianza en si misma y en sus capacidades (es decir, insegura).

Por otra parte, la baja autoestima en muchos casos es previa al Maltrato, por lo que debe considerarse un serio y frecuente factor predisponente: El pobre concepto que tiene la Víctima de sí misma debido a una educación deficiente o a otras experiencias personales, le lleva a aceptar con facilidad una relación con un Maltratador. Conocido es el Síndrome de Cenicienta en las mujeres o el Síndrome de Peter Pan en los hombres.

Polaridad Ingenuidad-Suspicacia

Muchas Víctimas presentan conductas que oscilan entre una llamativa confianza o "Ingenuidad" y una llamativa desconfianza o "suspicacia".

Tales conductas pueden presentarse como una fluctuación entre ambas tendencias (a veces actuar de una manera, y a veces de la otra) o como una marcada tendencia hacia uno de los polos o extremo (predominación de una de las tendencias).

Son características de tipo Paranoide, muy habituales en las Víctimas de Maltrato Psíquico: Sospechar de todo más de lo normal o razonable, tener muchos miedos, gran dificultad para confiar en las personas, demasiados celos, etc.

Sin embargo, por otra parte, las Víctimas de Maltrato Psíquico también suelen guardar una Ingenuidad especialmente visible por creerse demasiado las excusas, artimañas, tergiversaciones, etc. de su Maltratador.

Tal desequilibrio se debe pues, justamente, a una manipulación para aceptar la imagen de la realidad que el Maltratador impone abierta o subrepticiamente: Confianza hacia él, desconfianza hacia todo lo demás. Tal elevada Suspicacia sería entonces una actitud provocada por el Maltratador.

En cuanto a la Ingenuidad, en la mayoría de las Víctimas se observa una tendencia de la personalidad previa al conocimiento del Maltratador, pero también debemos afirmar que éste igualmente sabrá muy bien explotar y potenciar.

Ambas tendencias pueden desaparecer o no en su modo enfermizo tras la finalización del Maltrato, pero sólo lo harán tras la superación psicológica del mismo.

Sentirse Incomprendida y Desamparada

Es altamente frecuente que toda Víctima de Maltrato Psíquico verbalice y exprese emocionalmente una falta de comprensión y desamparo no sólo referida -por supuesto- al Maltratador, sino, además, a Terceros.

La veracidad de este comportamiento normalmente es cuestionada o rebatida con argumentos parciales, interesados, falaces o inconsistentes por parte de Terceros, incluso profesionales.

Por múltiples razones -todas destinadas a desentenderse del dolor de la Víctima de Maltrato Psíquico-, siempre se centra la atención en las posibles causas o motivos no honestos de la Víctima para atreverse a "hacer tanto escándalo", "montar tal espectáculo", "quejarse siempre de todo", "protestar por nada", etc., en lugar de conectar incondicionalmente con el dolor de la misma para brindarle un mínimo apoyo y compresión libres de juicios, prejuicios y excusas favorecedoras al Maltratador.

Por supuesto, si tal tipo de respuesta ya es bien conocida por las personas que, habiendo sido abusadas sexualmente, han recibido poco menos que insultos, es esperable que a cualquier afectado por Maltrato Psíquico se le prefiera ver como un simulador, un desequilibrado, una histérica, un niño caprichoso y problemático, etc.

Conductas Autodestructivas o Automaltrato

Son todas aquellas conductas temerarias o que implican un elevado riesgo para la propia integridad física y/o psíquica, tales como:

· Suicidio: La forma más rápida de autodestrucción, pero lamentablemente no la única. Obviamente, no todos los suicidios son debidos directa o indirectamente al Maltrato Psíquico, pero sí una gran mayoría de ellos.

· Intento de Suicidio: El hecho de que una Víctima no haya logrado acabar con su vida, no excluye su intención, la gravedad de su malestar y la más que probable inducción de un Maltratador.

· Adicción a Substancias (Drogodependencia) y/o a Alimentos (ej. Anorexia y Bulimia, Obesidad No Genética).

· Adicción a Actividades: Realización descontrolada o exagerada de una o más actividades sociales, culturales, deportivas, laborales, etc. en serio perjuicio de la vida social, la salud física y/o la salud psíquica. Ej. Adicción a Internet, a la Televisión (Teleadicción), al Deporte, al Trabajo, etc.

· Sexualidad Irresponsable: Desde sexo esporádico sin medidas preventivas, hasta la promiscuidad sexual (ej. la conocida Ninfomanía o el Síndrome de Casanova).

· Inducción a la Violencia Física de otros hacia uno mismo: Muchos Maltratadores son a su vez Víctimas de otros Maltratadores y desplazan su frustración hacia otras Víctimas, sin importarles si éstas pueden llegar a responderles incluso con violencia física (ej. en el Bullying o en Grupos Violentos o de Ideología Extremista).

· Actividades Delictivas.

Muchas Víctimas de Maltrato Psíquico se exponen a repetidas situaciones de peligro debido a una interiorización del Maltrato recibido que tarde o temprano han acabado externalizando hacia cualquier objeto, substancia, conducta o actividad, bajo una forma estereotipada y no placentera o satisfactoria, es decir, de una manera patológica, enfermiza.

Toda Conducta Autodestructiva se debe a un conflicto inconsciente sin resolver o a una actitud negativa aprendida directamente debidos a un previo Maltrato Psíquico. Ello explica por qué tantas personas llegan a hacer cosas contra su voluntad consciente que les perjudican seriamente a ellas mismas, poniendo incluso en riesgo sus propias vidas.

Quien es Maltratado puede optar por Maltratar (al Maltratador o a cualquiera) o por Maltratar a su propia persona, sea en la forma que sea (lamentablemente, existen tantas formas de arruinarse la vida, como cosas en el mundo).

Autenticidad

Comportamiento intelectual y/o espiritual de tipo elevado o por encima de la media, normalmente en detrimento del propio bienestar emocional, social y/o material.

Toda Víctima de Maltrato Psíquico suele presentar comportamientos relacionados con virtudes tales como la nobleza, la sensibilidad, el altruismo, la tolerancia, etc., así como una preocupación preponderante por mejorar como persona en general, en claro contraste con la mediocridad generalizada de cualquier Maltratador.

Lamentablemente, la naturaleza de este tipo de deseables virtudes suele permitir además que el Maltratador se aproveche de la Víctima y la manipule a voluntad, por lo que ésta no llega jamás a disfrutarlas en la magnitud que correspondería en ausencia del Maltrato.

Autoculpabilización

Toda Víctima suele culparse a sí misma del Maltrato, confundiendo su posible participación en el origen del Maltrato con la verdadera causa directa del mismo: El Maltratador.

Por supuesto, la habitual incomprensión e indiferencia social suele potenciar tal sentimiento, al intentar desvincularse del problema y al intentar hacerle creer a la Víctima que ella ha provocado la situación (Ejemplos: Tú te lo has buscado; Nosotros te avisamos; Nadie te pidió que te casaras con él/ella; Nadie te obligó a quedarte en su casa; etc.).

Aún en los escasos casos de Víctimas Reincidentes o Por Trastorno Mental, en los que sí puede llegar a concluirse una colaboración significativa en el Maltrato, siempre deberá tenerse claro que ninguna persona desea su propio mal, por más que la misma de una u otra forma lo provoque o ayude a provocarlo, y mucho menos se lo merece.

Sueños Estereotipados

Estos pueden tratarse de pesadillas recurrentes o de sueños estereotipados y repetitivos, pero algunas Víctimas también llegan a soñar de una manera especialmente agradable como una manera de compensación contra el sufrimiento vivido.

Polaridad Maduro-Infantil

Las situaciones de Maltrato Psíquico suelen inducir:

- o bien a un retraso, estancamiento, regreso o retroceso con respecto a las etapas naturales de evolución y desarrollo mental y personal del ser humano,

- o bien a una madurez precoz o desproporcionada con la edad o con el carácter habitual de la Víctima.

La Víctima de Maltrato Psíquico puede presentarse como una persona demasiado "infantil" o "inmadura" ante los demás, o como todo lo contrario, por lo que debe indagarse la posible cadena de causas relacionadas con un posible Maltrato Psíquico a fin de no atribuir errónea e injustamente su comportamiento a una mera característica propia de su carácter o personalidad.

Imitación del Maltratador

Casi toda Víctima de Maltrato Psíquico puede llegar a ejercer conductas maltradoras, pero ello sólo puede deberse a dos factores:

- Como Defensa Contra el Maltratador: Es decir, como respuesta automática o natural con la única finalidad de acabar con la situación de Maltrato.

- Como Identificación con el Maltratador: Es decir, como adopción inconsciente de la personalidad del Maltratador.

En el primer caso, tales conductas siempre están dirigidas y controladas directa y/o indirectamente por el Maltratador, y cesan cuando la Víctima acaba desvinculándose de éste.

En el segundo caso, tales conductas sólo inicialmente están dirigidas y controladas directa y/o indirectamente por el Maltratador, pero no cesan cuando la Víctima acaba desvinculándose de éste: Llegan a formar parte del comportamiento de la Víctima de manera estable o relativamente permanente, o de manera transitoria, pero siempre en ausencia del Maltratador o, al menos, de su influencia. Una variante es el conocido "Síndrome de Estocolmo", donde la Víctima de un secuestro acaba por adoptar las creencias y/o comportamientos del secuestrador, así como justificándole (todo lo cual puede llegar a quedar en la personalidad de la misma incluso de forma permanente).

Una Identificación Estable con el Maltratador es más factible en los niños, al hallarse su mente en pleno desarrollo, lo que puede pasar a formar parte de su comportamiento en la posterior vida adulta, convirtiéndose entonces en un verdadero Maltratador. Ello no significa que todo niño maltratado necesariamente se convertirá en Maltratador: Siempre habrá niños cuya psicología rechace tales comportamientos, que jamás llegarán a ser Maltratadores, y que, incluso, pueden llegar a tomar una actitud general claramente contraria.

No todo Maltratador ha sido Víctima, ni toda Víctima será Maltratador: Aquí sólo se señala que el Maltrato Psíquico aumenta las probabilidades de ello, siempre dependiendo de qué tipo de Maltrato Psíquico se trate, de su intensidad, duración, en qué edad suceda, etc., así como de factores socioculturales y genéticos.

En cuanto a la Identificación Transitoria con el Maltratador, como es de suponer, es más factible en adultos, ya que éstos, acaban volviendo al comportamiento que depende de su personalidad habitual ya formada.

Debe agregarse que la Imitación del Maltratador constituye el factor que más dificulta la diferenciación entre Víctima y Maltratador en cada caso, agravado por el hecho de que siempre cabe la posibilidad de que sendas partes cumplan ambos roles simultáneamente (que haya Víctima y Maltratador en una misma persona, y Víctima y Maltratador en la otra).

Sólo un análisis serio y objetivo puede identificar, si cabe, al verdadero Maltratador y a la verdadera Víctima.

Dependencia Afectiva

Muchas Víctimas de Maltrato Psíquico se ven emocionalmente ligadas al Maltratador al modo de cualquier otro tipo de dependencia, llegando a ataduras de una irracionalidad claramente desproporcionada que, por ello, llegan a impedir o dificultar significativamente el siquiera cuestionarse la idoneidad de la relación o, mucho menos, plantearse un abandono.

Tal enfermiza atadura siempre es debida a:

- Características Propias de la Personalidad de la Víctima (previas al Maltrato): Fragilidad Emocional, Ingenuidad, Inclinación al Sentimiento de Culpa, Inseguridad, Baja Autoestima, etc.

- Un Refuerzo que de tal dependencia el Maltratador se encarga de realizar (migajas afectivas y otras manipulaciones tales como: "Te quiero", "Nadie va a quererte más que yo", "No sabes hacer nada bien (y por lo tanto nadie te va a querer, y por lo tanto sólo yo te quiero)", etc.).

Como efecto directo, la Dependencia Afectiva de la Víctima de Maltrato Psíquico siempre provoca que los efectos negativos del Maltrato se vean altamente potenciados. Al otorgar al Maltratador una excesiva credibilidad, confianza y afecto, éste tiene mucho más margen para actuar que si, por el contrario, se tratara de alguien claramente detestado o de cualquier desconocido, que en tal caso carecería de poder o influencia algunos: La Dependencia Afectiva implica, pues, una forma más de Posición Superior de Poder del Maltratador.

Polaridad Organizativa

Conductas referidas a la organización u ordenamiento de diferentes áreas de la vida de la Víctima, que implican un desproporcionado contraste en cuanto a su calidad y resultado: Comportamientos demasiado caóticos o desordenados y comportamientos demasiado escrupulosos u ordenados, que pueden presentarse de forma alternada, de forma simultánea o bajo una sola de ambas formas.

La capacidad organizativa natural del cerebro se ve afectada ante situaciones de peligro o estrés, reaccionando de estas posibles maneras cuando los mismos llegan a un extremo más allá de lo tolerable.

Por ejemplo, una Víctima puede presentar como parte de su carácter cierta actitud desenfadada o despreocupada en cuanto al cuidado de sus objetos personales, y mostrarse más organizada, estricta, minuciosa, en su trabajo o en sus estudios. Frente al Maltrato Psíquico, tales tendencias pueden rigidizarse o extremarse convirtiendo a la Víctima en una persona llamativamente dejada y abandonada en lo primero, y llamativamente estricta y escrupulosa en lo segundo.

Consecuentemente, como el óptimo rendimiento de las facultades mentales se ve negativamente afectado, la Víctima suele manifestar fuertes sentimientos de disconformidad e impotencia.

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Verbalizaciones Típicas de la Víctima de Maltrato Psíquico

"Me siento mal / muy mal"

"Siento que mi vida está mal / muy mal"

"Él / Ella me está haciendo mucho daño"

"No se qué es lo que me hace exactamente"

"Siento que no valgo para nada" / "No sirvo para nada" / "Soy un/una fracasado/a"

"No comprendes lo que te estoy diciendo" / "No me comprendes" / "Nadie me comprende"

"Me siento humillado/a / violado/a / denigrado/a "

"Todo es culpa mia" / "Me lo merezco" / "Si yo no hubiera (...), él / ella no hubiera (...)" / "Es culpa mia, por hacer mal las cosas"

"Ya cambiará" / "Yo haré que cambie" / "Yo le haré cambiar"

"Bueno, al menos no me pega"

"Hay cosas mucho peores en la vida"

"Hay que saber perdonar" / "Debo ser menos rencoroso/a"

"Si me esfuerzo lo suficiente, todo irá mejor" / "Si hago mejor las cosas, todo irá mejor"

"No hay más remedio que aguantar" / "La vida es así" / "No se puede hacer nada"

"La vida no vale la pena" / "La vida es dura" / "A veces quisiera morir / matarme / suicidarme "

"Es normal, en todas las relaciones pasa lo mismo"

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