Maltrato Psiquico .Info
  El Maltratador
 

Tipos de Maltratador Psíquico

Conductas Típicas del Maltratador Psíquico

Verbalizaciones Típicas del Maltratador Psíquico


Tipos de Maltratador Psíquico

Como en anteriores apartados, cabe señalar que los siguientes tipos de Maltratador Psíquico equivalen en gran medida a los tipos de Maltratador Físico.

Clasificación Según la Frecuencia del Maltrato

Tomando como criterio básico la frecuencia de sus acciones, pueden diferenciarse tres tipos generales de Maltratador Psíquico:

Maltratador Sistemático

Maltratador Cíclico

Maltratador Circunstancial

Sólo los dos primeros tipos representan lo que realmente constituye un Maltratador. El último tipo representa a cualquier persona, entidad, grupo, asociación, etc. que en un momento dado maltrata, pero que no tiene por qué tratarse realmente de un Maltratador.

Maltratador Sistemático

Es aquel que mantiene su conducta maltratadora con la Víctima en forma continua, sin intervalos, y normalmente sin dar muestras de arrepentimiento, lo que implica un perfil psicológico enfermo o patológico claramente clasificable como "grave". Su conducta responde principalmente a sus propias características mentales, pero mucho menos a circunstancias socioambientales situadas en el presente.

Maltratador Cíclico

Es aquel que mantiene su conducta maltratadora con la Víctima por ciclos, períodos o temporadas, tras los cuales suele ser capaz de dar muestras de arrepentimiento, lo que implica un perfil psicológico enfermo o patológico de menor gravedad (dado que da un margen de racionalidad). Su conducta también responde principalmente a sus propias características mentales, y en menor medida a circunstancias socioambientales situadas en el presente.

Maltratador Circunstancial

Es aquel que mantiene su conducta maltratadora con la Víctima sólo bajo una determinada circunstancia, ámbito o contexto específico, tras el cual no sólo es capaz de dar muestras de arrepentimiento, sino que además es capaz de abandonar definitivamente su conducta por voluntad propia o por imperativo casual (desaparición de la circunstancia que lo ha favorecido). Ello implica un perfil psicológico no necesariamente enfermo o patológico, y que sus acciones responden principalmente a las circunstancias socioambientales presentes, y no tanto a sus características mentales. De descubrirse éstas últimas, ya no se tratará de un Maltratador Circunstancial, sino de un Maltratador Cíclico o Sistemático.

Tanto el Maltratador Sistemático como el Maltratador Cíclico actúan motivados por una estructura psicológica que, a diferencia con la del Maltratador Circunstancial, les impulsa a buscar, esperar y/o favorecer ellos mismos las circunstancias apropiadas para ejercer su Maltrato.

Estos tienen una necesidad interna, subjetiva y/o personal de provocar sufrimiento, y son conscientes de ello, pero -salvo durante las pausas del Maltratador Cíclico- ello no les importa en absoluto, les da igual, y no suelen dar muestras de arrepentimiento a menos que lo consideren conveniente para alcanzar sus fines o aquello que les motiva a ejercer el Maltrato.

La estructura mental de estos tipos de Maltratador les otorga una particular percepción de la realidad que les obliga a actuar como si el fin siempre justificara los medios, a pesar de que sepan que no siempre debe ser así. Actúan como si pensaran que la realidad es otra o, incluso, como si pensaran que determinadas realidades directamente no existieran o carecieran de total importancia. En definitiva, actúan como si las razones y los sentimientos de los demás no importaran en absoluto.

Tal actitud en parte es una simulación, dado que saben y son perfectamente capaces de comprender lo que hacen, pero, por otra parte, implica un defecto emocional muy grave que les impide percibir adecuadamente el aspecto emocional de la vida, permaneciendo siempre en un nivel muy elemental, superficial o primario. Pueden sentir placer y dolor, reir y llorar, pero, en cuanto a sentimientos o emociones más profundas, ello será siempre pobre, frío y efímero (de corta duración) y estará siempre referido a sí mismos, enfocado de manera egocéntrica y egoísta.

Tanto el Maltratador Sistemático como el Maltratador Cíclico serían el equivalente a una persona con las aptitudes intelectuales reducidas, pero a nivel de los sentimientos, es decir, una persona con un reducida Inteligencia Emocional. Así como las personas con Síndrome de Down suelen presentar una emotividad exacerbada que en contraste con sus carencias intelectuales, estos tipos de Maltratador suelen presentar una inteligencia aparentemente superior a la media, en contraste a sus graves carencias emocionales, en parte debido a que, precisamente, una mayor frialdad emocional -lo que socialmente se conoce como "actuar en frío"- siempre permite un mejor desempeño de la inteligencia (de lo "racional", no de lo "razonable"), independientemente del verdadero C.I. En otras palabras, un Maltratador con un C.I. mediocre siempre aparentará mayor inteligencia gracias a su frialdad y demás defectos emocionales.

Por otra parte, el Maltratador Circunstancial siempre actúa motivado principalmente por el contexto, es decir, por presiones de Terceros o por influencias socioculturales, sin que sea necesariamente poseedor de una estructura mental enferma. No busca, espera y/o favorece la circunstancia apropiada. Al finalizar la misma, puede suponerse que ya no necesitará una Víctima (aunque debería determinarse claramente la verdadera causa de su Maltrato).

La existencia del Maltratador Circunstancial puede explicarse (pero no justificarse) en que todo ser humano tiene un límite frente a las múltiples presiones impuestas por su entorno personal, independientemente de sus propias frustraciones o defectos personales.

Por ejemplo, es el caso de aquellos soldados o militares que, motivados por el contexto de una guerra, por presiones de sus superiores o, incluso, por la ausencia de valores morales, en un momento dado llegan a maltratar a prisioneros o a personas inocentes. Diferente es el caso de los soldados o militares que maltratan de manera cíclica o sistemática amparándose en su posición superior de poder.

Adicionalmente, debe desmitificarse la idea de que un Maltratador es una persona desagradable y que actúa en forma desagradable todo el tiempo y en todo contexto. Por el contrario, un Maltratador suele ser una persona muy agradable y simpática de cara a las personas ajenas a su relación con la Víctima.

De la misma manera que cualquier otra clase de persona, ningún Maltratador Psíquico lo es todo el tiempo. Además, todo Maltratador tendrá el control de la situación, siempre y cuando permita que las tensiones que provoca no sobrepasen el límite de lo tolerable por su Víctima. Aún el Maltratador más violento y desagradable es capaz de tener comportamientos sanos y/o normales, incluso, dentro de su relación con la Víctima, por lo que debe comprenderse que ello es justamente de lo que se vale para confundir, no parecer tan indeseable y así retener a la misma.

Cualquier Maltratador puede llorar como un bebé mirando cómo sufre el bueno de una película, y a continuación destruir sin piedad
los sentimientos de su Víctima.

Cualquier Maltratador puede llorar como un bebé frente a su confesor religioso -y mostrarse seriamente arrepentido- y, a continuación regresar a su trabajo o a su casa y volver a maltratar a su Víctima habitual
o a otra nueva.

Cualquier Maltratador puede llorar como un bebé ante el fiscal que le acusa y, tras ser absuelto, volver a maltratar sin piedad a la misma
o a otra Víctima.


Clasificación Según la Presencia o Ausencia
de Conductas Típicas de un Maltratador
/ Según la Presencia o Ausencia
de Maltrato Psíquico Directamente Observable

Maltratador Manifiesto

Maltratador Latente

Maltratador En Stand By

Maltratador Manifiesto

Es aquel que, en el momento presente o época actual, ejerce cualquier clase de Maltrato Psíquico, o bien de forma Cíclica, o bien Sistemática, o lo ha ejercido hasta pocos días o semanas atrás. Es un Maltratador "en activo".

Maltratador Latente

Es aquel que, en el momento presente o de su evaluación, demuestra características de la personalidad típicas de un Maltratador, pero no se sabe si ya ha ejercido o ejercerá cualquier clase de Maltrato Psíquico, es decir, no se sabe si existen antecedentes de un comportamiento maltratador (en cuanto a conductas observables) ni si los habrá.

Maltratador En Stand By

Es aquel que, en el momento presente o época actual, no ejerce ninguna clase de Maltrato Psíquico, pero presenta las características propias de un Maltratador y, especialmente, los antecedentes de un comportamiento maltratador (en cuanto a conductas observables).

Maltratador En Stand By se diferencia de Maltratador Latente en que el éste último sólo demuestra características de la personalidad típicas de un Maltratador, pero, el primero, además de eso, se ha comportado en el pasado como tal (aunque no en el presente ni recientemente). Un Maltratador Latente puede no haber ejercido nunca Maltrato, ni se sabe si lo ejercerá, mientras que con el Maltratador En Stand By, se sabe con seguridad que ya lo ha ejercido, sólo que últimamente no.

El Maltratador En Stand By es, por ejemplo, aquel que, durante la fase de ausencia y aparente remisión total del Maltrato dentro de un Maltrato Cíclico, se comporta como si no fuera un Maltratador o como si hubiera dejado de serlo para siempre.

Esta clase de Maltratador, además de alternar su Maltrato con la misma Víctima, puede, dependiendo de cada caso, alternar entre diferentes Víctimas. Por ej. Cuando, tras ser abandonado por su última Víctima, el Maltratador se ve obligado a aparcar o posponer el Maltrato hasta hallar una nueva Víctima.

 

Clasificación Según la Presencia o Ausencia
de Enfermedad Mental En General

Tomando como criterio básico la presencia o ausencia de enfermedad mental, podemos clasificar a los Maltratadores en tres tipos básicos:

Maltratador Con Trastorno Mental

Maltratador Con Rasgos de Trastorno

Maltratador Mentalmente Sano

Los dos primeros tipos están diferenciados por una cuestión de grado. En ellos existe una mayor o menor necesidad interna por ejercer el Maltrato o que les impulsa a ejercerlo de manera directa o indirecta. Abarca desde personas neuróticas hasta verdaderos psicópatas, locos, etc.

Evidentemente, esta clasificación deja entrever que todo grado de enfermedad o trastorno mental implica una consecuencia maltratadora, pero no dice nada acerca de la conciencia, culpabilidad o responsabilidad de los hechos, lo cual sería un tema aparte.

El Maltratador Mentalmente Sano es a lo sumo un Maltratador Circunstancial, es decir, un Maltratador motivado únicamente por una circunstancia o casualidad y que, al desaparecer la misma o -incluso- al volver a aparecer, no repite su Maltrato. No existe una cualidad personal que favorezca el Maltrato, más que la simple falibilidad humana. Estrictamente, el Maltratador Mentalmente Sano no es un Maltratador.

El Maltratador Con Rasgos de Trastorno se trata de todo Maltratador cuyo perfil psicológico no llega a cumplir las características mínimas de un trastorno mental, pero sí uno o más rasgos psicopatológicos que implican o derivan en el Maltrato hacia otra persona. Este Maltratador es una persona mentalmente sana, pero que padece algún tipo de problema psicológico (pasajero o no). Por ejemplo, alguien al que simplemente la Víctima le ha caído mal, alguien que siente celos o envidia de la Víctima, o simplemente alguien que es particularmente infeliz.


Clasificación Según la Presencia o Ausencia
de Enfermedad Mental Específica
(Típicamente Propia del Maltratador)

En base a los trastornos mentales que con mayor frecuencia e intensidad implican Maltrato Psíquico, aquí establecemos otra tipología básica de Maltratador:

Maltratador Perverso (en Sentido Amplio)

Maltratador Antisocial

Maltratador Psicópata

Maltratador Narcisista-Perverso o Perverso en Sentido Narcisista

Maltratador Narcisista

Maltratador Paranoide

Maltratador Obsesivo, Neurótico Obsesivo u Obsesivo-Compulsivo

Maltratador Pasivo-Agresivo

Maltratador Sádico

Maltratador Por Abuso de Substancias

A continuación se describen los tipos de enfermedad mental más habituales y que mejor representan a los Maltratadores más graves y peligrosos.

Perfil Psicológico del Maltratador Perverso (en sentido amplio)

El término "perverso" es genéricamente utilizado en psiquiatría, psicología y psicoanálisis para referirse a una de las tres estructuras posibles de la personalidad, siendo las dos restantes la neurosis y la psicosis (conocida ésta como "locura"). La perversión y la psicosis se consideran siempre patológicas. La neurosis, depende de cada caso.

Mientras que el neurótico percibe ciertos aspectos de la realidad en forma distorsionada y el psicótico (o "loco") directamente no los percibe, el perverso hace como si dichos aspectos no existiesen. Por lo tanto, un perverso no está loco sino que sabe perfectamente lo que hace, sólo que le da igual: Sabe cuáles pueden ser las consecuencias de sus actos, pero actúa como si no lo supiera o le importara. Sabe que está haciendo daño, pero actúa como si no lo estuviera haciendo.

Mientras que el neurótico es capaz de sentirse culpable o de dar muestras de remordimiento o arrepentimiento debido a que sabe lo que ha hecho, el psicótico y el perverso son incapaces de ello, pero el primero por no saber lo que ha hecho y el segundo por hacer como si no lo supiera.

En un Maltratador Perverso (en Sentido Amplio) puede encontrarse de manera excluyente uno de los tres siguientes tipos.

Perfil Psicológico del Maltratador Antisocial

Se trata de un tipo de Maltratador Perverso que corresponde al perfil psicológico del trastorno mental conocido como "Trastorno Antisocial de la Personalidad".

Las características del Maltratador Antisocial según el manual de clasificación de trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (D.S.M.-IV) son:

Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se presenta desde la edad de 15 años, como lo indican tres (o más) de los siguientes ítems:

- fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, como lo indica el perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención.

- deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio personal o por placer.

- impulsividad o incapacidad para planificar el futuro.

- irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones.

- Despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás.

- irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas.

- falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación del haber dañado, maltratado o robado a otros.

El sujeto tiene al menos 18 años.

Existen pruebas de un trastorno disocial que comienza antes de la edad de 15 años.

F. El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia o un episodio maníaco.

Aunque este tipo de persona comparte un perfil muy próximo al del más popularmente conocido como "psicópata", les diferencia un mayor nivel de gravedad de éste, así como un historial delictivo no necesariamente presente en el mismo.

Perfil Psicológico del Maltratador Psicópata

Denominamos Maltratador Psicópata a aquel cuyo perfil psicológico coincide con el del trastorno mental conocido como Psicopatía.

El Maltratador Psicópata es el Maltratador Perverso más grave de los tres tipos mencionados, así como el Maltratador más peligroso de todos y el más difícil de descubrir o identificar. Se considera que el trastorno mental del Maltratador Psicópata es el único que no puede curarse: Un Psicópata no podría cambiarse. Hasta el presente no existe ningún tipo de técnica, método, fármaco o tratamiento psiquiátrico y/o psicológico posible para curar o hacer cambiar de manera positiva a un psicópata. Sólo durante su adolescencia, por no estar la personalidad totalmente formada, puede llegar a realizarse una psicoterapia con éxito. Ya en la adultez, es casi imposible. El Maltratador Psicópata puede afirmarse que actualmente está condenado a serlo el resto de su vida, o hasta que nuevos conocimientos terapéuticos demuestren lo contrario.

Por otra parte, debe acabarse con el mito de que todo psicópata es un psicópata asesino: En realidad, todo psicópata es un Maltratador Psíquico, pero sólo en muy pocos casos un psicópata llegará a convertirse en un asesino. A pesar de lo que muestra el cine y demás medios de comunicación, muy pocos psicópatas llegan a matar. El porcentaje de psicópatas que llegan a asesinar a sus Víctimas en realidad resulta drásticamente bajo en comparación con el de psicópatas que jamás lo llegan a hacer. Estos resultan muchísimos más, pero no debe bajarse la guardia por ello, sino que se debe tener la conciencia del gravísimo peligro psíquico y de todo tipo que implica un psicópata, aunque no asesine.

Además, en caso de identificar a un psicópata, la Víctima o posible Víctima debe evitarle a toda costa, ya que no existe manera de saber a qué lado de dicho porcentaje pertenecerá éste en particular, y en última instancia el riesgo de sufrir graves consecuencias físicas y/o psíquicas es máximo.

Por supuesto, cabe esperar que el psicópata no permita o se resista a que se le evite, pero la única defensa posible ante un psicópata es huir de él cuanto antes.

En definitiva, la psicopatía se considera el peor y más grave de todos los trastornos mentales y, lamentablemente, hoy día se considera también el trastorno mental más frecuente de todos.

En cuanto al otro mito popular de que los psicópatas son "muy inteligentes" -como sugiere el famoso caso de "Anibal Lecter" en la película "El Silencio de los Corderos"-, puede considerarse así a nivel de su conducta, pero no a nivel de sus procesos mentales. Todo psicópata, sea cual sea su verdadera inteligencia, juega con las ventajas que confiere el poseer una personalidad fría, despiadada, despojada de ansiedad y sentimientos, y con años de mucha práctica. De esta manera, todo psicópata tiene el camino despejado para elucubrar sus planes con absoluta calma y tranquilidad, hasta donde su experiencia y su estructura mental enferma le permitan, obteniendo resultados que a las personas normales pueden resultar sorprendentes.

La aparente inteligencia del psicópata es poco más que la de cualquier profesional con talento y dedicación.

Por otra parte, si medimos la inteligencia como "Inteligencia Emocional", un psicópata es un deficiente mental. Evidentemente, su comportamiento hacia los demás, e incluso hacia sí mismo, puede fácilmente apreciarse como muy poco inteligente.

Perfil Psicológico del Maltratador Narcisista-Perverso o Perverso (en sentido narcisista)

Se trata de un tipo de Maltratador Perverso relativamente menos grave que el Maltratador Psicópata, pero que comparte muchas características de estos y que por ello debe considerarse altamente peligroso. Aunque todavía no se ha clasificado como trastorno en los manuales de clasificación internacionales, se trata de sujetos ampliamente conocidos y estudiados, con la particularidad de poseer una estructura de personalidad narcisista que ha derivado en perversa, lo que da denominación a este tipo de Maltratador como "Narcisista-Perverso".

Ver Estructura de la Personalidad Narcisista

En términos generales, el Maltratador Narcisista-Perverso es una persona que necesita atacar u odiar a otra persona con la finalidad de no darse cuenta de sus propios defectos o problemas internos.

¿Por qué alguien no querría o podría darse cuenta de sus propios defectos? ¿Por qué ello le resultaría tan importante?

Justamente, su marcada necesidad de odiar o atacar guarda una estrecha proporción con la magnitud de los defectos personales que tiene o cree tener. Cuanto mayor sea su defecto, mayor la necesidad de no verlo y de que sea el otro quien lo tiene.

Por otra parte, así como no soporta lo malo en sí mismo, tampoco soporta lo bueno en los demás, y por ello también su agresividad. No se puede decir que el perverso niegue la existencia de un defecto o problema, pero necesita situarlo en cualquier parte menos en sí mismo, o de lo contrario ello podría darle la para él catastrófica sensación de que no es tan perfecto como necesita a toda costa creer.

Consecuentemente, el Maltratador Narcisista-Perverso necesita evitar toda responsabilidad de sus acciones, para asegurarse que sus posibles consecuencias negativas no repercutan sobre él. Para ello, por ejemplo, es habitual que intente culpabilizar en la medida de lo posible a la Víctima de la manera más exclusiva posible, en relación a cualquier tema que se trate e que implique la más mínima responsabilidad del primero.

Adicionalmente, suele compartir el perfil del Trastorno Paranoide de la Personalidad.

Ver Trastorno Paranoide de la Personalidad

Perfil Psicológico del Maltratador Narcisista

Se trata de un tipo de Maltratador no clasificable como Perverso, pero que presenta el perfil de un Trastorno Narcisista de la Personalidad tal como se describe a continuación. El Trastorno Narcisista de la Personalidad, según el manual de clasificación de trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (D.S.M.-IV), presenta al menos cinco de los siguientes ítems:

A. Tiene una idea grandiosa de la propia importancia.

B. Tiene fantasías de éxito ilimitado y de poder.

C. Se considera especial y único.

D. Tiene una necesidad excesiva de ser admirado.

E. Piensa que se le debe todo.

F. Explota al otro en sus relaciones interpersonales.

G. Carece de empatía (entendida como la capacidad de ponerse en el lugar de los demás y comprender sus sentimientos).

H. Tiene envidia a menudo de los demás.

I. Tiene actitudes y comportamientos arrogantes.

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El Maltratador Narcisista puede no llegar a funcionar o actuar como lo hace un perverso, pero, dadas las características personales mencionadas, resulta evidente que su comportamiento siempre implicará para quien le acompañe un Maltrato Psíquico.

Perfil Psicológico del Maltratador Paranoide

Se trata de un tipo de Maltratador que comparte el perfil o muchas características de un Trastorno Paranoide de la Personalidad.

El Maltratador Paranoide es aquella persona que se destaca principalmente por poseer un exagerado sentido de la suspicacia, desconfiando de las verdaderas intenciones de las personas, sospechando acerca de todo (suelen ser muy celosos), despreciando a las personas, interpretando acontecimientos neutros como si fueran adversos o potencialmente peligrosos, sintiéndose rechazado con gran facilidad, todo ello enmarcado dentro de una personalidad rígida, agresiva y con aires de superioridad.

Para el Maltratador Paranoide, todo -su Víctima y el mundo- es susceptible de duda y de sospecha, todo es potencialmente maligno, negativo o dañino, todo se debe a intenciones malévolas, ocultas y retorcidas, y a quien no comparta su particular visión del mundo le considerará su enemigo o –como mínimo- un "ingenuo" o "ignorante".

Curiosamemente, un rasgo que delata a este tipo de Maltratador es su constante verbalización de palabras como "confianza", "traición", "complots", "envidia", "ingenuidad", etc., así como de las temáticas relacionadas con las mismas.

Por otro lado, siempre atribuyen sus propios defectos a los demás, para así evitar sentir lo malo o lo imperfecto en sí mismos. Esto les lleva a poseer una visión de la vida altamente polarizada, sin lugar a matices. Todo es blanco o es negro, todos son amigos o enemigos, buenos o malos, tontos o inteligentes.

A su vez, una persona así, indefectiblemente, se autocondena a padecer un constante e intenso miedo (que nunca reconoce) y, en consecuencia, a atacar para defenderse de los supuestos ataques de los demás e, incluso, para anticiparse a los mismos. Adicionalmente, ello también lleva a este tipo de personas a situarse como Víctimas, por y para considerar al otro como "malvado", como poseedor de todo lo malo, y así no sentirse mal o culpables.

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Maltratador Obsesivo, Neurótico Obsesivo u Obsesivo-Compulsivo

Es aquel que concuerda con las características del carácter conocido como "obsesivo" o "neurótico obsesivo", o con la descripción del Trastorno Obsesivo-Compulsivo que hacen los manuales de trastornos mentales.

Principalmente, el tipo de Maltratador con estas cualidades centra toda su vida y a quienes le rodean (si es que éstos se lo permiten) alrededor de cuatro temas:

    • El orden.
    • La limpieza (o higiene).
    • Sus propios pensamientos.
    • La moralidad (las normas, las obligaciones, lo que está bien y lo que está mal, etc.).

Suele tratarse de personas excesivamente pulcras, limpias, ordenadas, cerebrales y preocupadas por todo tipo de cuestiones morales. Su comportamiento a menudo pasa desapercibido o, incluso, llega a ser admirado y recompensado en ciertos ámbitos -como el laboral o el militar-, donde algunas de sus ventajas se requieren, pero en muchos otros ámbitos tales conductas resultan completamente inútiles, ineficaces, inapropiadas, contraproducentes y nada adaptativas.

El Maltratador Obsesivo suele ser una persona muy poco flexible y difícil de tratar, con actitudes muy autoritarias y un excesivo racionalismo que le impide comprender los sentimientos y necesidades de los demás. Su manera de relacionarse con las personas suele ser muy pobre y deficiente.

Una parte de su agresividad es debida a una acumulación de frustaciones originada en la rígida moralidad que se autoimpone y en la omisión de sus propios sentimientos y necesidades, que acaba estallando en repentinos estallidos de violencia física y/o verbal.

La otra parte de su agresividad surge ante la negativa de los demás a cumplir con las pautas de orden, higiene y moral que intenta imponerle, lo cual ya constituye de por sí un claro factor maltratador: El Maltratador Obsesivo obligará o intentará forzar a la Víctima a imitar su extravagante estilo de vida, independientemente de la voluntad de ésta.

Su aparente sentido de lo racional y de la verdad suele resultar muy convincente, mostrando una gran seguridad y firmeza en sus aseveraciones. Son personas que parecen saberlo todo, por lo que cualquier Víctima se verá fácilmente abrumada y desorientada al comprobar siempre rechazadas sus propias razones y necesidades.

Sin embargo, tal aparente omnisciencia no se trata más que de un momentáneo reflejo de un obsesivo esfuerzo por ordenarlo todo y tenerlo todo en perfecto orden y control. En realidad se trata de personas en permanente conflicto con sus propios pensamientos, plagadas de dudas y marcadas contradicciones, y por ello muy inseguras: La aparente seguridad que parecen mostrar en un momento dado, fácilmente se desmorona al entrar en contradicción con sus propios sentimientos e ideas, y, especialmente, con los hechos de la realidad.

Perfil Psicológico del Maltratador Pasivo-Agresivo

Se trata de un tipo de Maltratador que comparte el perfil –o muchas características- de un Trastorno Pasivo-Agresivo de la Personalidad.

Se trata de personas que, de manera análoga a los de tipo perverso (aunque no son perversos), aparentan una absoluta inocencia e incapacidad para cometer cualquier acto de tipo agresivo.

Sin embargo, como el nombre del trastorno lo sugiere, su agresividad se descubre a través de una conducta pasiva que -al contrario de lo que pueda parecer- puede considerarse involuntaria a nivel consciente, pero que en realidad obedece a una clara intencionalidad inconsciente según se deduce de las circunstancias en que suceden los hechos, así como de un adecuado análisis de las mismas.

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Perfil Psicológico del Maltratador Sádico

Son personas cuyo Maltrato no se halla motivado por las razones de autoimportancia, miedos, etc. de los tipos anteriores, sino más bien por el particular e intenso placer que les provoca el hecho de hacer daño psíquico y/o físico a una o más personas.

Como su motivación primordial no es más que esa, suelen buscar a Víctimas Masoquistas que les complementen de manera voluntaria, es decir, por consentimiento mutuo (las cuales hay que decir que a su vez también suelen buscarles).

Perfil Psicológico del Maltratador Por Abuso de Substancias

Se trata de Maltratadores Cíclicos motivados básicamente por su dependencia al consumo de sustancias adictivas. El Maltrato suele suceder durante el síndrome de abstinencia, es decir, cuando la necesidad de volver a consumir aparece, pero también en momentos anteriores y posteriores, ya que toda la estructura de la personalidad del drogodependiente se halla afectada o alterada.

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Conductas Típicas del Maltratador Psíquico

A continuación presentamos una lista exhaustiva de conductas típicas del Maltratador Psíquico, es decir, de todos aquellos comportamientos, verbalizaciones, actitudes, etc. que Víctima o Terceros pueden observar.

Para identificar a una persona como Maltratador Psíquico es suficiente con que la misma manifieste una sola de las siguientes categorías, aunque normalmente en un solo Maltratador podrán observarse un conjunto de ellas.

Obsérvese que algunas de las conductas descritas pueden parecer equivalentes entre sí, pero, en realidad, les diferencian matices que resultan de vital importancia.

El componente maltratador de una conducta radica en:

    • el uso abusivo de la misma, al pasar por alto uno o más derechos esenciales de la Víctima.
    • el sentido agresivo o violento de la misma, sea éste otorgado por el Agresor, por la Sociedad o por la misma Víctima.
    • su carácter manipulador, es decir, aquel que induce a pensar, sentir y/o actuar en beneficio del autor de la misma.
    • el desgaste moral o emocional de la persona a la que van dirigidas (en particular, de la autoestima), así como en el perjuicio de cualquier otro tipo que provoca (económico, laboral, comercial, social, de la salud, etc.).
    • el uso parcial, injusto o desproporcionado de la misma, debido al intento por ocultar los aspectos positivos de la Víctima (aciertos, virtudes, méritos, etc.), o por inventar o resaltar sus aspectos negativos, a menudo en detrimento de su reputación o imagen social. Nadie es tan inept@, inútil, incompetente, desastros@, etc. como el Maltratador intenta hacer creer. Dicha parcialidad también incluye la ocultación de hechos o de información que pueden ser útiles o beneficiosos para la Víctima, así como la invención de hechos o información que pueden resultar dañinos o perjudiciales.

A fin de no precipitarse y de no realizar una identificación errónea, señalemos además que cada conducta debe analizarse dentro de un contexto, ya que éste puede determinar radicalmente el sentido, significado o interpretación final que se le otorgue.

Abuso de Poder

Representa para el Maltratador una posición superior económica, legal, intelectual o de cualquier tipo (no sólo convencionalmente jerárquica) por sobre la Víctima, de tal manera que ésta siente en su realidad psíquica que no puede evitar o escapar de la misma, provocándole todo ello un daño, perjucio o sufrimiento.

Ataques Directos Verbales y No Verbales

Expresión que agrupa a todos aquellos insultos, desprecios, burlas, descalificaciones, etc. que mencionan abiertamente a la Víctima y que manifiestan abiertamente una violencia.

Los Ataques Directos tienen la gran desventaja para el Maltratador de que pueden ser demasiado mal vistos tanto por la Víctima como por Terceros, logrando comprometerle o autoinculparle. El Maltratador sólo atacará de manera directa si considera que ello no le reportará ningún perjuicio o si logra crear uno o más Cómplices a su alrededor.

Desprecio y/o Menosprecio de la Víctima

Implica quitar valor a la persona de la Víctima en general o a uno o más aspectos de su persona.

Burlas

Acciones, ademanes o palabras con que el Maltratador procura poner en ridículo a la Víctima.

Descalificaciones

Conductas verbales o no verbales dirigidas a quitar crédito, autoridad o validez a la Víctima, es decir, a desacreditarla, desprestigiarla, desautorizarla, inhabilitarla, incapacitarla, eliminarla, anularla, excluirla.

Dichas conductas implican un ataque a la reputación de la Víctima. El Maltratador busca descalificar a la Víctima con la finalidad de -además de hacerle daño- lograr hacerle sentir desvalorizada, desprestigiada, anulada, etc. para que ésta y los demás dejen de creer o confiar en ella y en sus decisiones, opiniones y pensamientos, y para que así resulte más manipulable.

Insultos

El insulto es el tipo de agresión verbal más directa que existe. Implica palabras malsonantes, agresivas, violentas o convencionalmente desagradables, dirigidas a la persona de la Víctima o a cualquier aspecto o circunstancia de la misma.

Al igual que la violencia física, el insulto está totalmente ausente en muchos casos de Maltrato Psíquico, pero ello no significa que éste no esté presente. Al contrario de lo convencionalmente estipulado, puede maltratarse a una persona de muchísimas formas diferentes al insulto. El Maltrato Psíquico no consiste sólo en insultar: Es muchísimo más que eso.

Ataques Indirectos Verbales y No Verbales

Expresión que agrupa a todas aquellas insinuaciones, bromas, burlas, ironías, etc. que no mencionan abiertamente a la Víctima ni parecen manifestar una violencia, pero de cuyo análisis racional puede inferirse que están dirigidas a ella y implican una violencia.

El Maltratador Psíquico normalmente recurre al Ataque Indirecto cuando considera que lo contrario (atacar directamente) podría resultarle contraproducente.

Los Ataques Directos tienen la gran desventaja para el Maltratador de que pueden ser demasiado mal vistos tanto por la Víctima como por Terceros, logrando comprometerle o autoinculparle. El Maltratador sólo atacará de manera directa si considera que ello no le reportará ningún perjuicio o si logra crear uno o más Cómplices a su alrededor.

El Ataque Indirecto tiene entonces la doble gran ventaja para el Maltratador de:

- Presentar una violencia suficientemente disfrazada u oculta, pero equiparable -y en muchos casos superior- a la del Ataque Directo.

- Al desviar la atención en cuanto al verdadero carácter o significado del ataque, de paso se desvía la atención en cuanto a la autoría del mismo.

Cuando el Maltratador opta por atacar de la manera más indirecta y sutil posible, a menudo la Víctima no llega siquiera a darse cuenta si es atacada o, incluso, de quién proviene la agresión.

El Ataque Indirecto implica una agresión doble, a dos niveles:

- ya que la Víctima, aunque ignore cuál ha sido la intención del Maltratador, no dejará de percibir un significado que le resulta hiriente, agresivo o perjudicial.

- ya que, el hecho de ignorar dicha intención y, por lo tanto, el verdadero significado, le provoca un comprensible desconcierto, confusión, angustia, ansiedad, duda, etc., reacciones siempre desagradables y perjudiciales -incluso en la salud física, cuando la repetición y/o intensidad de los ataques es media o alta.

Insinuaciones

Es el tipo de agresión verbal más indirecta, comúnmente en forma de ironías, sugerencias, comentarios aparentemente inocentes, frases inacabadas, etc.

El Maltratador verbaliza una frase que fuerza a la Víctima a interpretarla en varios sentidos, uno de los cuales encierra un significado hiriente o agresivo para ella (que Terceros pueden no comprender). Como la Víctima nunca llega a estar segura de las verdaderas intenciones del Maltratador ni de cúal es el sentido que éste ha querido otorgar a dicha frase, se produce un desconcierto y confusión en la misma que sirve al Maltratador como un ingrediente más para hacerla más fácilmente manipulable.

El Maltratador sabe perfectamente que la Víctima hallará dicho significado, pero no lo menciona abiertamente, para así evitar la responsabilidad del daño que provoca e, incluso, llegar a atribuírselo a la propia Víctima: "Son imaginaciones tuyas", "Yo no he dicho eso", "¿Por qué me haces esto?".

Ironías

Son todas aquellas conductas verbales y no verbales que dan lugar a entender lo contrario de lo que manifiestamente expresan.

Destacamos que las ironías "dan lugar" a entender lo contrario, porque su efecto depende de la inevitable comprensión por parte de la Víctima, y no de su mera interpretación o imaginación, tal como el Maltratador a continuación siempre finge considerar.

Atractivo Personal

Todo Maltratador necesita imperiosamente mostrarse convenientemente simpático, amable, carismático, seductor, generoso, adulador, adinerado, etc., porque, de lo contrario, sería muy fácil para cualquier persona el llegar a identificarle como Maltratador.

Aquí no se afirma que exista una relación directa entre las virtudes o cualidades positivas de una persona y sus defectos más deleznables, sino simplemente que es sumamente habitual que el Maltratador utilice diversos atractivos a fin de agradar, convencer y manipular a la Víctima.

Comunicación Unilateral Forzada y/o Castigos Verbales

La Comunicación Unilateral Forzada consiste en la imposición de discursos o monólogos cuya temática sólo interesa al Maltratador, imposición que molesta, daña o perjudica a la Víctima en cualquier sentido: porque la temática no le interesa o le resulta desagradable, porque tiene otras cosas que hacer o, simplemente, porque no tiene ganas de escuchar o prestar atención.

El carácter maltratador de esta conducta no reside en la mera interpretación subjetiva que la Víctima hace de ella, sino en el hecho constatable de lo verbalizado y en la violación a su derecho a hacer lo que le plazca y a escuchar lo que le plazca (la misma podría desear aprender cosas, pero no es el caso).

La intencionalidad de este comportamiento puede estar dirigida a convencer a la Víctima (es decir, a manipularla), o simplemente puede deberse a puro egocentrismo por parte del Maltratador.

Cualquier intento de la Víctima por establecer un diálogo o conversación normal (donde participarían dos personas), o por dar por finalizada la situación, resulta inútil, es seguido de algún tipo de represalia o, simplemente, resulta en la insistencia en dicha actitud al cabo de un breve plazo de tiempo.

La Comunicación Unilateral Forzada no consiste en insultar o atacar directa o indirectamente a la Víctima, sino en obligarle a escuchar sin más durante largos períodos de tiempo, sea todo aquello que no quiere oir, sean simplemente temáticas que no le interesan. La agresividad en este caso no está en el qué se dice de la Víctima, sino en el cómo: de manera prolongada, repetida e impuesta (forzada).

Ejemplos:

- Cuando el Maltratador habla constantemente de sus problemas (en claro contraste con los de la Víctima), o cuando el Maltratador realiza innumerables recapitulaciones que obligan a revisar y analizar constantemente cualquier tipo de tema que le interese exponer.

- Cuando el público de los medios de comunicación masiva es repetidamente expuesto a estímulos audiovisuales que no desean presenciar o cuya sobreexposición puede resultar perjudicial en algún sentido: Bombardeo publicitario, televisión basura, música basura, discusiones bizantinas, sobresaturación de sexo y violencia, informativos superficiales, envasados y uniformados, etc., etc.

El concepto de Castigo Verbal resulta equivalente al de Comunicación Unilateral Forzada, pero se produce cuando además el Maltratador considera que la Víctima ha cometido una falta y ésta debe pagar de una u otra forma. La Comunicación Unilateral Forzada no tiene por qué ser consecuencia de una falta por parte de la Víctima.

Ambos conceptos se relacionan estrechamente con la risueña expresión popular "comer el coco", así como con las popularmente conocidas técnicas de "lavado de cerebro".

Técnicas de Lavado de Cerebro

Éstas son aplicadas especialmente en actividades militares y de espionaje, así como en muchas sectas y religiones.

Consisten en obligar a la Víctima a escuchar innumerables veces, durante días o años, y en una serie sucesiva de sesiones, unas órdenes, instrucciones, formas de pensamiento o frases a memorizar, con la finalidad de reprogramar su mente. Todo ello se intenta realizar por medio de su aislamiento de cualquier estímulo o influencia del mundo exterior -a fin de no interferir con la reprogramación-, además de por medio de la privación de su libertad bajo amenaza física (de muerte o de ser golpeada) y/o psíquica (inculcando miedos, odios, profecías catastróficas, etc.).

Las técnicas de lavado de cerebro pueden ser más intensivas y manifiestas (durante pocos días y con el total aislamiento y privación de la libertad), o más graduales, leves e imperceptibles (durante varios años, y con un aislamiento y privación de la libertad menos evidentes o restrictivos).

Exposición a Discusiones Desagradables, Personales, Improductivas y/o Agresivas

De carácter similar a la Comunicación Unilateral Forzada y a los Castigos Verbales, puede ser entre el Maltratador y un Tercero, o entre Víctima y Maltratador, siempre obligando a la misma a someterse, de manera breve o prolongada, pero repetida a lo largo del tiempo, a discusiones sobre temáticas que no le incumben o que le resultan personalmente desagradables o perjudiciales.

Por ejemplo:

- La exposición reiterada de un hijo a las discusiones de sus padres.

- La exposición reiterada de la televisión a discusiones bizantinas de baja calidad política o a discusiones bizantinas sobre los detalles de la vida íntima de otras personas.

Indiferencia

Más habitual en las mujeres que maltratan, consiste en ignorar a una persona con la que se convive, evitando dirigirse a ella de manera verbal y no verbal, tanto por propia iniciativa como por reacción a las iniciativas de la Víctima. Puede ser en el ámbito laboral, familiar, escolar, etc., a un hermano, compañero de clase, de trabajo, etc.

A mayor transcurso de tiempo, más insostenible se hace para la Víctima ser objeto de indiferencia, despertando en la misma fuertes sentimientos de anulación y rechazo social que acaban por resultarle insoportables, haciéndole por lo general reaccionar de manera irracional (ataques de ira, agresividad, llanto, depresión, etc.) u obligándole a tomar la decisión de abandonar el ámbito donde todo ello sucede.

Intolerancia

Consiste en toda aquella conducta verbal o no verbal que implica la no aceptación de realidades o características diferentes a las propias del Maltratador. Suelen ir acompañadas de agresividad o violencia, y son característica de las sociedades, agrupaciones, gobiernos, etc. de tipo dictatorial o autoritario.

Imposición de la Propia Lengua o Estilo Verbal

Tal conducta no está referida a la simple obligación de una persona a hablar en los términos que un contexto requiere (un país extranjero, una empresa a la que ingresa, etc.), sino a la obligación a adoptar tales términos en detrimento de la necesidad emocional y de los recursos intelectuales de la persona para expresarse en sus propios términos. Ello incluye cualquier tipo de idioma, argot, jerga, dialecto, terminología, expresión, etc.

Existe tal imposición cuando ambas partes comparten más de una lengua, pero una intenta imponer sólo una, por parecerle de valor superior o por cualquier razón que se le ocurra, omitiendo la voluntad, deseo o sentimiento de la otra parte por la propia.

Imposición de la Propia Cultura

Considerando la "cultura" como el conjunto de costumbres y normas de un pueblo (no sólo como cultura "intelectual"), la imposición de la propia cultura equivale, por ejemplo, a la ya conocida imposición histórica del hombre blanco sobre otras razas.

En este caso, el Maltratador obliga a la Víctima a adoptar las costumbres y normas que a él mejor le parecen, sin respetar las de la propia Víctima, por parecerle inferiores, inapropiadas o, simplemente, por propia comodidad o conveniencia. Resumiéndolo todo en una sola palabra, por narcisismo.

Sobreobservancia de la Víctima

Consiste en el desmesurado o excesivo control y atención del Maltratador sobre cualquier tipo de actividad o comportamiento de la Víctima, manifestado a través de repetidas preguntas, cuestionamientos, observaciones, amenazas, etc. que interfieren en la intimidad, independencia, libertad y/o derechos de la misma. Es lo que se dice "estar demasiado pendiente" por una persona, pero en su sentido más enfermizo.

La mayoría de Maltratadores suelen mostrar esta sobreobservancia a través de un comportamiento inquisidor, paranoide, celoso, pesimista, etc., y su agresividad aumenta cuando no se les quiere hacer caso.

Dependencia de la Víctima

Todo Maltratador necesita imperiosamente a su Víctima, aunque ello suponga acabar con ella por completo. Toda Víctima representa un potente e irresistible factor adictivo para su Maltratador.

Tal dependencia enfermiza siempre será negada por el Maltratador, a menos que éste considere oportuno o necesario reconocerla, aunque sea disfrazado como "amor" hacia la Víctima o como cualquier tipo de condición falsamente altruista o benigna.

Como conducta adicional, el Maltratador suele ir aún más lejos incluso afirmando no necesitar en absoluto a la Víctima, lo que hace para intentar desviar la atención y ocultar precisamente lo contrario: que la necesita, y mucho.

No debe confundirse, sin embargo, la necesidad del Maltratador como una necesidad de la persona de la Víctima: eso en realidad poco le interesa. Lo que el Maltratador "ama", "quiere", "necesita" o "desea" de la Víctima es la condición de ésta como tal, es decir, que ésta se deje maltratar.

Todo ello sucede especialmente en los trastornos mentales relacionados con un narcisismo patológico, donde la débil personalidad del Maltratador le obliga a tener a su lado a alguien sobre quien sostenerse, siempre que sea un pobre reflejo de sí mismo -o sea, una Víctima-, a fin de compensar su narcisismo herido y su grave complejo de inferioridad.

Conductas Expiatorias o Reparadoras

Son todas aquellas realizadas por el Maltratador tras un Maltrato en concreto, a modo de compensación, disculpa, arrepentimiento o promesa de que él cambiará, pero cuyo verdadero objetivo es librarle de toda culpa o responsabilidad.

Por supuesto, siempre se trata de regalos materiales o de acciones superficiales que al Maltratador no le suponen el verdadero, difícil y doloroso esfuerzo que sí debería realizar para que su conducta expiatoria tuviera un sentido realmente favorable para la Víctima.

Sin embargo, por increíble que parezca, toda Víctima suele sucumbir a tal burda estrategia a fin de no parecer "desagradecida" (justamente lo que el Maltratador sí es) llegando a minimizar, negar u olvidar el Maltrato. Por supuesto, la Víctima no se da cuenta que al mantener tal complacencia permite que el Maltrato se repita una y otra vez.

Intentar Cambiar a la Víctima Contra su Voluntad o Explícito Consentimiento, y en Beneficio Propio

Esta conducta no sólo implica una manipulación, sino además el forzar un cambio psíquico en la Víctima. Normalmente el Maltratador intenta cambiar la personalidad de la Víctima (no sólo su conducta) haciéndola a imagen y semejanza de la propia, dado que su narcisismo patológico y su fuerte complejo de inferioridad le impiden soportar tanto las diferencias como las virtudes de los demás.

El Maltratador necesita que su Víctima sea como él, pero ello, además de resultar imposible, es reiteradamente saboteado por él mismo por dos razones que llevan a un interminable círculo vicioso:

- Ni él mismo puede soportar a alguien como él.

- Él no puede soportar los defectos de la Víctima, pero tampoco sus virtudes.

Por lo tanto, el Maltratador no estará conforme si la Víctima no es como él quiere, ni si es como él quiere, no estará conforme si ésta cambia ni si no cambia, si es diferente a él ni si es igual a él.

Insensibilidad o Frialdad Emocional / Coeficiente Emocional Limitado

Así como existe un Coeficiente Intelectual que mide la Inteligencia Racional, existe un Coeficiente Emocional que mide la Inteligencia Emocional.

Esto incluye, por ejemplo, la percepción de los sentimientos y emociones de los demás (empatía), la capacidad de comprensión de las motivaciones de los demás, la tolerancia, etc.

El conjunto de habilidades interpersonales también forma parte de la inteligencia emocional, pero en el caso de los Maltratadores, en lugar de hallarse limitadas, se hallan marcadamente desarrolladas (como mínimo, en cuanto a su habilidad para Maltratar). Su propia frialdad emocional permite al Maltratador actuar de manera más eficaz a la hora de ejercer sus actividades maltratadoras, sin la interferencia que para el mismo supondría tener en cuenta los sentimientos de los demás.

Este claro defecto emocional aporta algo de razón a la creencia popular de que los psicópatas o que la gente "mala" es más inteligente que la gente "buena". La verdad es que todo Maltratador es mucho menos inteligente de lo que aparenta ser. Es comprensible y habitual que la Víctima se confunda particularmente en este sentido, ya que al hallarse sometida y manipulada, tal apariencia se halla reforzada. Cuando más tarde una Víctima se libra del Maltratador, la primera acaba dándose cuenta que la inteligencia del segundo realmente dejaba mucho que desear. No hay nada más fácil que actuar con inteligencia pensando sólo en uno mismo y aprovechándose de las desventajas del otro.

Imitación de la Víctima

En la gran mayoría de los casos, el Maltratador no sólo niega rotundamente su responsabilidad en el sufrimiento de la Víctima, sino que además afirma ser él mismo la verdadera y única Víctima, mostrándose como tal.

Por supuesto, tal comportamiento siempre provoca un gran desconcierto entre Víctima y Terceros al lograr desviar la atención 180 grados acerca de dicha responsabilidad. Sólo una investigación o análisis profesional serios serán capaces de dar luz sobre tal máscara, pero también puede funcionar una presentación contundente e irrefutable de pruebas ante Terceros (grabación en audio y/o en video, y/o declaración de testigos).

Prontos o "Rebotes"

Impulsos o actos repentinos de violencia física o verbal. No necesariamente tienen por qué implicar una violencia directa contra la Víctima, pero sí próxima a ella, exponiéndola presenciar el acto agresivo. Ej. Pueden observarse en un tono elevado de voz, golpeando repentinamente algún objeto próximo, etc.

Por supuesto, el Maltratador intentará hacer pasar tales actos como impulsos "irrefrenables" o "naturales", pero su excusa es falsa por el simple hecho de que jamás actúa de esa manera con su jefe, una persona más corpulenta que él, o cualquier tipo de persona que pueda hacerle frente.

En otras palabras, incluso respecto a este tipo de actos aparentemente tan "involuntarios" puede constatarse que el Maltratador sabe lo que hace y contra quién puede o no puede hacerlo, es decir, que puede controlarse perfectamente si así lo desea.

Poner Apodos, Motes o Sobrenombres a la Víctima

Muchos Maltratadores acostumbran poner calificativos negativos, peyorativos o humillantes a sus Víctimas, en público o en privado. Equivalen a meros insultos, pero en reemplazo del nombre con que se le llama a la Víctima.

Más allá de la intención que el Maltratador diga tener, tal conducta siempre logra hacer sentir mal a la Víctima y, por más que ésta lo exprese, el primero mantiene su comportamiento.

Comparaciones Forzadas Negativas

Son afirmaciones que involucran o aluden a un Tercero -o al propio Maltratador- de tal manera que la Víctima aparece con una o más cualidades negativas o indeseables. Son lo contrario a cualquier clase de halago, pero sin llegar a la verbalización directa del insulto.

Tales comparaciones son siempre forzadas, porque se realizan sólo en base a hechos excepcionales y/u omitiendo las circunstancias que diferencian a los involucrados.

Los Maltratadores suelen utilizarlas de manera reiterativa y perfectamente controlada (no como excepción ni como casualidad), lo que acaba por hacer creer a la Víctima que carece de valor como persona en general, es decir, provocándole un significativo menoscabo en su autoestima.

Puede hecerle creer que posee un valor inferior a otra persona, o bien, hacerle creer que posee un valor equivalente a otra persona, pero ésta última de un valor cuestionado o negativo.

Ejemplos de lo primero: "¡Mira tu hermano, qué estudioso y trabajador que es!"; "Yo, cuando tenía tu edad, estaba trabajando y ganándome la vida".

Ejemplos de lo segundo: "Eres igual a tu padre / madre / hermano / Satanás / etc."; "Eres como tu padre / madre / etc."; "Si sigues actuando de esa manera, acabarás como tu madre / una puta / tal músico / etc." (esta última frase encierra una profecía catastrófica que implica a su vez una comparación negativa).

Paralelamente, el Maltratador suele lograr manipular a la Víctima y/o a Terceros: Cuando la misma es convencida de poseer ciertos defectos e incapacidades, y al surgirle emociones paralizantes debido a ello (y seguramente a otros tipos de conductas maltratadoras), se otorga automáticamente una mayor credibilidad al Maltratador, facilitándose la entrega de la propia voluntad a éste, así como un mayor poder y control de toda la situación.

Por otra parte, también puede decirse que algunos Maltratadores utilizan comparaciones forzadas con la simple finalidad de hacer daño, sin esperar mayores resultados. Ello se observa por medio de una ausencia de manipulación posterior ligada a este tipo de comportamiento.

Argumentos Forzados o Inconsistentes, Falacias y Lógica Personal Excesiva

El Maltratador a menudo alardea de poseer una lógica perfecta o infalible, alardea de que sus afirmaciones guardan una "lógica" irrefutable, alardea de tener siempre la razón y de ser más inteligente que los demás.

Sin embargo, en claro contraste con todo ello, un análisis mínimamente riguroso de sus "verdades" revela que tales alardes no son más que eso (junto a su intención de dominar y convencer al otro).

La Lógica-Matemática se halla hartamente estudiada en infinidad de tratados, y obviamente eso incluye todo aquello que no es lógico.

Falacias

La falacia es un fenómeno exhaustivamente estudiado desde la Antigüedad, dentro de la Lógica Matemática, con la finalidad de discernir aquellos razonamientos que son correctos de aquellos que sólo lo parecen y, por lo tanto, no lo son.

El Maltratador suele recurrir a numerosas falacias que, en el transcurso de los intercambios verbales, pasan desapercibidas como tales y, por lo tanto, logran su cometido: una vez más, manipular, convencer, humillar, hacer creer que se tiene razón, etc.

Las falacias son utilizadas cuando se carece de argumentos, verdades, pruebas o evidencias, o cuando simplemente quiere evitarse el esfuerzo -y el riesgo- de exponer estos. Especialmente, cuando su uso es reiterado, debe descartarse que su motivación se deba a simples "errores" o "dificultades lingüísticas", y tomarse como hipótesis una clara intencionalidad consciente y/o inconsciente. En estos casos no se trata, como puede parecer a simple vista, de "fallos de cálculo" a la hora de expresarse, sino, todo lo contrario: Maniobras manipuladoras perfectamente controladas.

También se hace un uso excesivo de ellas en la sociedad, lo que -mucho más frecuentemente de lo que se cree- suele llevar a abundantes situaciones de confusión, desinformación, exageración, incomprensión, etc. de consecuencias muy graves, y, por lo tanto, a un Maltrato Psíquico generalizado.

En definitiva, es esencial aprender a identificar aquellos razonamientos que son falaces o erróneos de aquellos que no lo son, para así poder rebatirlos y evitarlos, así como para ser más capaces de presentar y exigir argumentos realmente correctos, verdaderamente lógicos.

Existen muchos tipos de falacias, por lo que aquí sólo presentaremos algunos de los más comunes:

- "Falacia del Ataque Ad Hominem" o "Argumentum Ad Hominem": Consiste en intentar tener razón insultando, descalificando, desprestigiando, etc., es decir, agrediendo a la parte contraria o a cualquiera de sus circunstancias. Tiene el doble efecto de, además, debilitar la autoestima del otro y de alterarle emocionalmente, por lo que aumenta la probabilidad de que se ofrezca una resistencia menor y se acabe dando la razón al atacante.

Ej. "Eres un idiota / un pobre infeliz / un ignorante (y por lo tanto tengo razón / tú no la tienes)"; "No sabes lo que estás diciendo, los subnormales de tus amigos te han aconsejado mal / el idiota de tu psicólogo no sabe nada / esos libros te han confundido".

- "Falacia del Llamado a la Autoridad" o "Argumentum Ad Verecundiam": Consiste en intentar tener razón apelando a la existencia de una persona o realidad de tipo superior, que debe suponerse que apoyaría el argumento de quien lo verbaliza.

Ej. "Aquel sabio chino lo ha dicho (y por lo tanto tengo razón)"; "Nuestro Gran Salvador quiere que te sacrifiques por él y hagas todo lo que te pide".

- "Falacia del Llamado a la Experiencia": Consiste en intentar tener razón afirmando que se tiene más experiencia que la parte contraria en una temática en cuestión, o, simplemente, aludiendo a una experiencia especial, intentando obtener automáticamente una verdad por ello.

Ej. "Yo tengo mucha más experiencia que tú en esto / en la vida, así que no puedes hablar"; "Yo he estudiado cinco años en la universidad, así que..."; "Yo sé mucho más que tú de esto, así que..."; "Yo tengo veinte años más que tú, así que...".

- "Falacia de la Causa Falsa": Existen diversos subtipos. Consiste en intentar tener razón forzando una conexión que daría automáticamente valor, verdad o razón a lo que interese. Por ejemplo, estableciendo causas y efectos erróneamente, cuando puede tratarse de una relación debida a la casualidad o de una relación debida a una simple sucesión en el tiempo. También, confundiendo parte de la causa, o una de las causas, con la verdadera.

Ejs.

"Te mataré porque tú me estás obligando";

"Tienes todo el cuarto desordenado porque eres un vago" (cuando la causa puede ser otra);

"Si no hubieras hecho tal estupidez, no hubiera pasado esto" (típica relación temporal, pero no necesariamente causal);

"¿Otra vez te has olvidado? Te acordarías más de las cosas, si no estuvieras siempre pensando tantas estupideces";

"Si continúas con esa actitud, te va a ir muy mal";

"Yo ya trabajo demasiado para que ahora me vengas con esas tonterías que dices" (Como yo trabajo demasiado (causa), entonces tú no puedes decir esas tonterías (efecto));

"Tú estás todo el día aquí sin hacer nada, así que no me vengas con esas tonterías";

"Tú sabes perfectamente que no puedo sacar a pasear al perro / ayudarte a fregar, porque a esas horas estoy viendo la tele".

- "Falacia de la Composición ": Consiste en intentar tener razón argumentando que una parte o elemento de un asunto demuestran una verdad con respecto a todo el resto del mismo asunto: "La Parte Justifica al Todo".

Ej. "Tienes el bolsillo mal cosido, ya sabía yo que el vestido (todo el vestido) que has comprado iba a ser una mierda"; "La cena te ha salido fatal. No lo entiendo, si yo mismo/a te hice la compra" (aunque se trata de una ironía, el argumento intenta demostrar que la supuesta buena calidad de los ingredientes, determina a la fuerza la buena calidad de la cena).

- "Falacia de la División": Es el equivalente opuesto a la Falacia de la Composición: "El Todo Justifica a la Parte".

Ej. "Eres un / una incompetente. No me extraña, con la familia que tienes"; "Tu cara me da asco porque todo tu cuerpo es asqueroso".

- "Falacia del Accidente" o "Falacia de la Generalización Amplia": Consiste en aplicar una regla que en realidad carece de conexión alguna con el caso particular que se está tratando.

Ej. "En verano suele hacer mucho calor. Intentaré no volver a sobrepasarme" (se utiliza una regla que es verdadera, pero que no tiene nada que ver con la capacidad o incapacidad de sobrepasarse).

- "Falacia del Accidente Inverso" o "Falacia de la Generalización Apresurada": Consiste en utilizar una verdad particular o relativa haciéndola pasar como una verdad general o universal, pudiendo tratarse de un hecho puramente casual, accidental, fortuito, etc. Se intenta hacer una regla de algo que, por más frecuente que sea, no necesariamente implica una verdad absoluta.

Ej. "Te has olvidado de traer la sal a la mesa. ¡Es que siempre te olvidas de traer cosas a la mesa! / ¡Es que no tienes memoria!".

- "Falacia de la Afirmación Gratuita": Consiste en hacer pasar por verdad una afirmación sólo por el hecho de haberla afirmado.

Ej. "Perdóname, no lo volveré a hacer"; "Israel y Palestina van a iniciar una tregua"; "En ese país existen armas de destrucción masiva"; "El proyecto de esa comunidad no modificará nuestras leyes".

- "Argumentum Ad Populum" o "Falacia del Recurso Al Pueblo": Es cuando se recurre al propio pueblo para que, por ser apreciado y/o por tratarse de un gran número de personas, un argumento parezca correcto o verdadero.

Ej. "Los vecinos se reirán si les cuentas todas estas tonterías"; "Debes ser muy poco inteligente para actuar así en un mundo tan difícil" (como el mundo y su pueblo son difíciles, el interlocutor debe de ser tonto por actuar de determinada manera).

- "Argumentum Ad Numerum": Equivalente a la Falacia del Recurso al Pueblo, pero sin el factor emocional: Se alude a una simple mayoría o a una cantidad supuestamente suficiente de algo para intentar tener razón.

Ej. "La mayoría de la gente es mucho peor que yo, así que tienes que conformarte conmigo".

- "Falacia del Llamado a la Antigüedad" o "Argumentum Ad Antiquitatem": Consiste en intentar convencer utilizando un enunciado que se presupone verdadero sólo por ser antiguo, por haberse hecho siempre así, etc.

Ej. "Toda esposa debe obediencia a sus marido. Siempre ha sido así, y siempre lo será".

- "Falacia del Llamado a la Novedad" o " Argumentum Ad Novitatem": Es el equivalente opuesto a la Falacia del Llamado a la Antigüedad: Se intenta convencer utilizando un enunciado que se presupone verdadero sólo por ser nuevo, por no haberse hecho nunca antes, etc.

Ej. "Tú nunca antes has hecho esto: Te saldrá mal" (algo saldrá mal, sólo porque no se ha hecho antes); "¿Cómo te atreves a hablarme así, tú que nunca abres la boca?" (no puede atreverse a hablar de una manera determinada, sólo porque nunca ha abierto la boca).

- "Falacia del Recurso a la Fuerza", "Falacia de la Apelación al Miedo" o "Argumentum Ad Baculum": Consiste en ofrecer un temor como único argumento, por lo que, en realidad, no se presenta ningún razonamiento: Cualquier amenaza, extorsión, intimidación, etc. es utilizado para tener razón o, más precisamente, para que ésta sea otorgada. Es como un Ataque Ad Hominem, pero sólo a modo de anuncio o advertencia. Es el argumento de la violencia, de la demostración de la capacidad de hacer daño. Muy habitual en los Maltratadores, requiere sólo dos cosas: Tenerse algo de poder y carecerse de argumentos.

Ejs.

"Tú no dirás nada. Ya verás lo que te pasa si alguien se entera";

"Como vuelvas a equivocarte, te echaré a patadas de aquí";

"Nadie me dice a mi que hago las cosas mal, sin dejarse los dientes en el suelo";

"Si ese país no confiesa dónde esconde las armas, habrá que hacer algo al respecto";

"¿Dónde te has metido toda la tarde? ¿Has estado con otro/a, verdad? ¡Di que has estado con otro/a, o te deshago la cara a pedazos!".

- "Argumentum Ad Nauseam": Se intenta tener razón a través de la repetición insistente de una afirmación o razonamiento.

Ej. Es un recurso muy utilizado en política y en el ámbito religioso.

- "Falacia del Llamado Emocional", "Falacia de Apelación a las Emociones" o "Sofisma Patético": Consiste en intentar convencer solamente presentando un enunciado que provoque las emociones o los sentimientos del interlocutor. Recurrir a la emoción puede ser adecuado o acertado, e -incluso- necesario, si existe alguna razón que lo justifique. Pero cuando no hay más argumentos que un intento de manipulación, entonces la conexión entre la verdad que se intenta demostrar y la alusión emocional resulta inexistente, y, por lo tanto, no hay razonamiento alguno ni se demuestra nada.

Ejs.

"Te trato así porque te quiero";

"Perdóname, me sentía mal porque he tenido un mal día";

"No lo volveré a hacer, tu enorme belleza me pone demasiado celoso";

"No puedes dejarme. Si me abandonas, moriré de tristeza y me acabaré suicidando";

"Debes aguantarle por tus hijos, que son inocentes y no tienen la culpa de nada. Te pido que lo hagas como madre".

- "Falacia de Eludir la Cuestión" o "Falacia del Argumento Ignorado": Consiste en intentar tener razón trayendo a colación un argumento que poco o nada tiene que ver con la línea argumental llevada a cabo hasta el momento. Es cuando se cambia de tema desviando la atención del asunto o tema acerca del cual se está hablando, argumentando, discutiendo, etc. Es muy frecuente que, ante la protesta del sorprendido interlocutor, el otro intente demostrar que en realidad no ha cambiado de tema, o que existe una clara conexión entre uno y otro tema (logrando desviar una vez más la atención de la discusión inicial).

Ej.
-No me gusta que me trates así.
-¿De qué te quejas? Yo me mato trabajando para que no te falte nada, ¿y todavía te quejas? (ofendido/a).
-¡Eso no tiene nada que ver! (indignado/a).
-¿¡¡¡Cómo que no tiene nada que ver?!!! (más ofendido/a todavía). ¡¡¡Si tú hicieras la mitad que yo, no te quejarías de tantas tonterías!!!

La primera falacia de este ejemplo está en que se trae a colación un supuesto sobreesfuerzo, cuando el planteamiento inicial trata acerca de un Maltrato. La segunda falacia está en que, a continuación, se vuelve a desviar la atención trayendo a colación una supuesta conexión entre ambas cosas (que, a su vez, constituye además la Falacia de la Causa Falsa).

- "Argumentum Ad Logicam": Consiste en argumentar que una conclusión es falsa, sólo porque se ha dado la circunstancia de que el razonamiento previo no es correcto.

Ej.
-Has estado diciendo a mi familia que yo siempre estoy de buen humor cuando estoy a solas contigo, pero todo el mundo sabe que eso no es así. Tú me haces daño cuando no hay testigos.
-¡¿Todo el mundo?! ¡¿Y qué sabe todo el mundo?! ¡Si apenas nadie sabe que existes!.
-¡Como sea, me pongo de mal humor por las cosas que me dices cuando nadie puede oirte!.

Primeramente, se plantea un argumento incorrecto intentando establecer una verdad acerca del mal humor, recurriendo a una supuesta mayoría, y concluyendo que ese mal humor sucede cuando no hay testigos. Segundo, el interlocutor protesta acerca de una parte del argumento, señalando -con acierto- la incorrección del razonamiento ("todo el mundo"), pero su falacia está en argumentar omitiendo la verdad o falsedad de la conclusión presentada por su interlocutor. Finalmente, el interlocutor original no permite tal engaño y vuelve a traer su conclusión al diálogo.

- "Falacia del Equívoco", "Falacia de Ambigüedad" o "Falacia de Anfibología": Consiste en utilizar una palabra o frase en más de un sentido dentro del mismo argumento.

Ej. "¡¿No has dicho que te gusta hacer esto?! ¡Pues ahora harás esto!" (el sentido de lo primero está referido a algo que a la Víctima le gusta, pero lo segundo -evidentemente- guarda un sentido un tanto más desagradable -y que más bien le gustará sólo al Maltratador-).

- "Falacia del Muñeco de Paja", "Falacia del Espantapájaros" o "Falacia del Maniqueo": Consiste en argumentar presentando la posición del otro con una falsedad atacable a conveniencia, atacándola después y, finalmente, concluyendo que la verdadera posición del otro es falsa o equivocada. Es un recurso muy frecuente en política: Se tergiversa la postura del otro para desviar la atención de su verdadera postura y para, así, poder argumentar más fácilmente. El nombre de esta falacia se debe pues a que es más fácil atacar a un muñeco de paja -un falso hombre- que a un verdadero hombre. A diferencia del Ataque Ad Hominem, aquí se ataca no a la persona, sino a su -previamente alterada- tesis, posición o intención.

Ej. Citando frases fuera de contexto, aludiendo a supuestos significados ocultos o exagerando hechos o afirmaciones del contrario.

- "Falacia del Tu Quoque", "Recurso al Tu Quoque" o "Falacia del Tú También": Consiste en intentar tener razón acusando al otro de lo mismo que argumenta, girando 180 grados la atención del planteamiento original: el acusador pasa a ser acusado. Recurso muy típico del Maltratador Perverso, el cual siempre intenta evitar cualquier tipo de responsabilidad.

 Ejs.

-Me duele que me digas esas cosas.
-¡Tú también me dices cosas que no me gustan!.

-Siempre estás hiriendo mis sentimientos.
-¡Eres tú quien siempre está hiriendo los sentimientos de los demás!.

-¿Por qué me haces esto?.
-¡¿Y por qué me lo has hecho tú?.

"Israel ha bombardeado territorio Palestino como respuesta al último ataque terrorista"; "Siete suicidas Palestinos se han suicidado como respuesta al último ataque israelí".

Paradoja o Comunicación Paradójica

La gran mayoría de las personas ignora que la paradoja constituye la técnica psicológica más poderosa que existe, siendo además un fenómeno natural que ha acompañado al ser humano desde siempre.

Consiste en manifestar a nivel verbal y/o no verbal una contradicción, incongruencia o incoherencia, de manera tal que el receptor resulte incapaz de apreciarla a nivel consciente pero sí a nivel inconsciente, no pudiendo evitar reaccionar ante la misma y ante la intención de su autor.

En otras palabras, la paradoja presenta dos verdades o realidades mutuamente contradictorias (al menos para el receptor) de las que resulta imposible escapar (al menos eso se le ha hecho creer al receptor). Tales verdades o realidades implican a su vez una ilusión de alternativas, ya que se presentan de manera tal que el receptor cree que necesariamente debe escoger entre ambas, sin más posibilidades.

Según cómo se utilice, la paradoja puede provocar los efectos más nocivos, enfermizos y negativos, o, por lo contrario, los efectos más beneficiosos, saludables y positivos.

Por supuesto, una sola paradoja no tiene por qué implicar un efecto significativo, por lo que normalmente es un conjunto de paradojas repetidas durante un período de tiempo relativamente largo (dependiendo de cada caso) lo que acaba produciendo los mayores resultados.

Por otra parte, el sentido de una sola paradoja suele hallarse tras varias conductas o verbalizaciones, siempre dentro de un contexto. Es decir, que toda paradoja suele manifestarse de manera incompleta, a través de varios momentos, hasta que el momento final otorga todo su significado o sentido.

Ejemplo:

Un marido afirma: "Qué poco cariñosa eres". Hasta aquí, puede parecer que la esposa parece poco cariñosa, pero, en un segundo momento, al acercarse ésta afectuosamente, él simplemente se aparta o se pone serio. Ahora, queda patente que no necesariamente se trataría de una esposa poco cariñosa, sino más bien de un marido inseguro o, directamente, un marido especialmente cínico.

Polaridad Sobreinformación - Desinformación

Conducta conocida por ser ampliamente utilizada en los medios masivos de comunicación, consistente en el uso combinado de estos dos extremos de la comunicación: La Sobreinformación y la Desinformación.

La Sobreinformación consiste en la suministración de información, explicaciones, datos, hechos, anécdotas, historias, etc. de mayor o menor nivel cualitativo (normalmente, bajo e inútil), pero que resultan cuantitativamente excesivos, innecesarios, espúreos, inútiles, redundantes, tautológicos y/o repetitivos.

El nivel cualitativo de la Sobreinformación -su calidad- no es esencial, aunque para una mayor dominación de la Víctima siempre es preferible que resulte lo más bajo o pobre posible. Sin embargo, hoy día, en las sociedades económicamente más avanzadas suele darse una Sobreculturización a base de conocimientos de elevado nivel cultural, intelectual o científico destinada a compeler a sus individuos a integrarse sumisamente a todo el engranaje industrial, omitiendo otros conocimientos también elevados pero que los harían mucho más libres, mucho más humanos y mucho más conscientes de sus derechos.

La Desinformación, también conocida por el dicho "mantener ignorante al pueblo", para ser así "más manejable" o "fácilmente manipulable", consiste en la omisión activa o pasiva de información potencialmente útil, positiva o beneficiosa para la Víctima, mediante la ocultación de datos, hechos o conocimientos convenientes para el Maltratador y/o perjudiciales para la Víctima, así como mediante la evitación de tratar determinados temas importantes para la misma (los cuales podrían aportarle nuevos datos o conocimientos).

La combinación Sobreinformación - Desinformación puede ser impuesta por el Maltratador de manera directa manipulando personalmente la información, o de manera indirecta manipulando a la Víctima o a Terceros a fin de lograr el mismo resultado. Así, el Maltratador intentará hacer parecer ciertos conocimientos como cosas de "sabihond@s", "empollon@s", "aburrid@s", etc. y otros conocimientos como "estar a la moda", "estar en onda", "ser guay", "ser divertid@", etc. Intentará hacer parecer que es "malo" saber "demasiado" o, por el contrario, que es "bueno" vivir en un estado de idiotez permanente.

A través de tales calificaciones, el Maltratador logra que la Víctima pierda interés por informarse, por aprender, por pensar diferente, por ver otras posibilidades o alternativas, etc.

Lo que suele suceder es que, por una parte, se Sobreinforma con numerosos contenidos de nula o escasa calidad cultural, intelectual, científica, etc. y/o de nula o escasa utilidad práctica para la Víctima, y, por otra parte, se Desinforma acerca de lo contrario, desviando la atención de aquello que la Víctima realmente desea o necesita o que, si se le permitiera tomar conciencia de ello -es decir, "informarse"), desearía o necesitaría (y no lo hace por ignorarlo debido a la influencia de dichas maniobras).

Televisión basura, música basura, revistas basura, periodismo basura, política paupérrima y repetitiva, bombardeo de datos y encuestas que a la Víctima no le sirven para nada, etc. conforman un terrible cóctel devastador para la inteligencia y el conocimiento tanto a nivel personal como social. Se ha llegado a crear una extensísima masa social de verdaderos hombres-máquina plenamente robotizados, y de, incluso, ingenuos bebés de incubadora completamente sumergidos en una plácida pero angustiosa realidad virtual al más puro estilo "Matrix".

La Víctima es entusiasmada a emprender actividades que le otorguen el aprendizaje de tareas pretendidamente útiles (en realidad sólo para el Maltratador o, a lo sumo, para un incierto "futuro" -es decir, para desviar la atención o distraer acerca de otros asuntos), o a malnutrirse de un sinfín de chismorreos y vanalidades carentes de contenido, con tal de desproveerle de cualquier clase de recurso intelectual que le permita revelarse al dominio de su Maltratador ("Calladita estás más mona"). En este sentido, el actual ejército de reality shows, telenovelas, programas del corazón y revistas masculinas y femeninas están realizando una labor encomiable.

El Maltratador más poderoso será aquel que mantenga más ignorante e idiotizada a su Víctima, proporcionándole todo lo necesario para que sepa y piense lo menos posible, o para que, a lo sumo, sepa mucho y piense mucho, pero que sólo sepa tonterías y que sólo piense (razone) errónea y disfuncionalmente. Todo, menos informarse.

Inducción al Conformismo

Uno de los recursos favoritos del maltratador. Consiste en un conjunto de acciones verbales y/o no verbales en contra de la aspiración de la víctima a una situación mejor o diferente a la actual. Es decir, es cuando el maltratador intenta que la víctima "se conforme con lo que tiene", a fin de que no le abandone o no ponga obstáculos al maltrato. Obviamente, al conformarse, la víctima se ve más obligada a aceptar la situación actual creada por el propio maltratador, es decir, el maltrato.

Este comportamiento se dispara
especialmente cuando el maltratador observa o presupone indicios de "inconformismo" o "rebeldía" por parte de la víctima.

La forma más típica es destacar las ventajas y beneficios de la situación de la víctima, del propio maltratador o, incluso, de las conductas maltratadoras.

Exiten diferentes tipos: Conformismo moral, social, económico, cultural, intelectual, etc.


Inducción al Suicidio

Consiste en una serie de conductas verbales y no verbales destinadas a deteriorar gravemente uno o más aspectos de la vida personal de la Víctima, de manera que ésta acaba concluyendo erróneamente que la única alternativa que le queda es el suicidio.

En este caso, excepcionalmente, al Maltratador, o ya no le interesa tanto que la víctima siga con vida para  poder seguir maltratándola, o
directamente ya ha decidido que la Víctima debe morir (porque representa un obstáculo para sus objetivos y/o porque desea simplemente matarla o hacerle el máximo daño posible).

En este último sentido,
el mayor logro de un Maltratador consiste en lograr que la Víctima se suicide, ya que le permite apartarla de su camino y, al mismo tiempo, provocarle el máximo daño posible que se le puede provocar a una persona -su muerte-, todo ello de tal manera que no parezca el causante directo.

Ejemplos:

- El Maltratador puede hacer sentir culpable a la Víctima de la muerte de un hijo en común, cuando la misma en realidad no ha tenido ninguna responsabilidad en el hecho, por lo que ésta acabe convenciéndose a si misma de no ser merecedora de seguir viviendo.

- El Maltratador puede herir repetida e intensamente la autoestima de la Víctima insultándola, burlándose de ella, despreciándola, etc. hasta que ésta acabe creyéndose verdaderamente insignificante y despreciable, tanto como para, a su vez, llegar a creerse merecedora de su propia muerte.

El Maltratador rara vez da una orden directa y explícita de suicidio, sino que actúa destruyendo los aspectos más importantes de la vida de la Víctima, hasta que ésta halle como único escape a su situación esta terrible alternativa. El Maltratador dirá "Yo no se lo dije / ordené" o "Está loc@", a fin de intentar eludir su responsabilidad, pero, al descubrirse la evidencia de sus acciones -más allá de sus excusas-, queda al descubierto como inductor directo.

Indiferencia

Consiste en actuar como si la Víctima no existiera o se hallara ausente, incluso cuando ésta se manifiesta verbalmente.

Recientemente, se ha descrito este comportamiento maltratador como típicamente utilizado por las chicas en edad escolar, dentro del tipo de Maltrato Psíquico conocido como "Odd Girl Out", que llevan a cabo cuando quieren apartar de la vida social a una compañera que no es de su agrado.

Traición / Falta de Fidelidad

Consiste en la involucración de un Tercero en una situación implícita o explícitamente destinada sólo a las partes originariamente involucradas.

El Maltratador permite o busca la inclusión de un Tercero para satisfacer cualquier tipo de necesidad propia o ajena, pero siempre en detrimento de la Víctima, es decir, contradiciendo sus deseos, sentimientos, pensamientos, emociones, verbalizaciones, etc. al respecto.

Por ejemplo:

- Cuando un miembro de una pareja decide contar un secreto íntimo del otro miembro, a uno de los padres de éste último.

- Cuando un compañero de trabajo habla mal con su jefe de alguno de los demás compañeros.

- Cuando un profesor rompe la confianza de un alumno que le había confesado algún problema personal, revelándoselo al director del colegio o, incluso, al resto de compañeros.

Destaquemos especialmente que el acto de traición matrimonial o de pareja comúnmente conocido como "Infidelidad", también pertenece a uno de los múltiples tipos de Tración que es capaz de ejercer un Maltratador.

Difamación

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Propagación de Rumores

La propagación, difusión o instauración de Rumores...............................

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Lanzar acusaciones con o sin fundamento alguno, aunque casi siempre carentes de fundamento.

Ej. En la Edad Media, esta conducta era muy popular y eficaz, con tenía consecuencias mucho más inmediatas que en la actualidad???????????????????????????

Amenaza, Intimidación o Coacción

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Se logra imponer el propio criterio y manipular............................

Ciclotimia

Cambios de humor constantes (sistemáticos) o por períodos (cíclicos, con largos intervalos de descanso) aparentemente incontrolables por el Maltratador, pero que, sin embargo, sólo son ejercidos hacia la Víctima habitual (por ejemplo, hacia un compañero de trabajo, pero no hacia un superior ni hacia un cliente).

La Ciclotimia es muy característica del Maltratador. Gracias a ella la Víctima es constantemente engañada con la falsa esperanza de que el Maltratador ha cambiado, cambiará o que está haciendo alguna clase de progreso positivo, cuando en realidad de lo que se trata es de una férrea e inamovible constante entre "buen humor" y "mal humor", "Hoy te quiero" y "Hoy no te quiero", "Hoy soy bueno" y "Hoy soy malo", etc.

Un secreto: El Maltratador no quiere a nadie y el Maltratador siempre es malo, por más que de vez en cuando disimule.

Interrupción de la Comunicación

Consiste en toda conducta verbal o no verbal que impide total o parcialmente la continuidad de las expresiones verbales o no verbales de la Víctima, lo que suele provocar en la misma una progresiva dificultad en la calidad de su comunicación y, por lo tanto, una clara ventaja para las intenciones del Maltratador.

Dicha interrupción puede ser temporal o definitiva, y en presencia o en ausencia física de la Víctima (a través de medios técnicos).

El Maltratador interrumpe lo más posible las verbalizaciones de la Víctima, lográndole confundir, desconcentrar, hacer perder el hilo de la conversación o, directamente, lográndole hacer perder la paciencia. Ante ello, la Víctima a menudo suele reaccionar agresivamente, y entonces el Maltratador utiliza esto para:

- darse razón en un asunto en cuestión.

- justificar sus otros comportamientos maltratadores.

- desviar la atención de las razones o argumentos que originariamente intentaba exponer la Víctima.

Superficialidad Moral

Consiste en el conjunto de todas aquellas conductas verbales y no verbales que implican una notable o total ausencia de valores humanos, ausencia reemplazada por una predominancia de:

Materialismo, egoísmo, egocentrismo, hedonismo, simpatía hacia la violencia física y/o psíquica, la traición, la competitividad, el darwinismo moral (la supervivencia del más apto), etc. como las formas más apropiadas de conseguirse lo que se quiere.

La Superficialidad Moral es una actitud altamente asociada y condicionante del Maltrato Psíquico.

Los Maltratadores suelen vivir en un eterno presente, donde el pasado y el futuro poco importan, así como las consecuencias para los demás, sólo el placer para sí mismos y la mera supervivencia física.

Su concepto de felicidad o satisfacción personal es muy pobre y primario, basado simplemente en un afán por lograr la mayor acumulación posible de placer físico y de recompensas socialmente aceptadas (normalmente efímeras y superficiales).

Su concepto de bondad o altruismo también es muy básico, relacionándolo siempre con "estupidez" o "ignorancia": "Lo inteligente" es ser lo más egoísta posible, aunque pareciendo más bien lo contrario.

Hermetismo

Conducta cuya repetición en el tiempo implica una ausencia total o parcial de verbalizaciones relacionadas con la propia persona, tales como pensamientos y conductas en que la Víctima no se halla presente o no puede comprobar personalmente:

- retención de la información

- desinformación

- excesivo sentido de la privacidad o la intimidad

- secretismo

Una de las consecuencias del Hermetismo consiste en que la Víctima llega a un punto en que se da cuenta que ignora llamativamente o por completo qué piensa, qué suele hacer en su ausencia o qué puede llegar a hacer el Maltratador, todo ello habiéndole conocido bien o, al menos, creyendo haberle conocido bien hasta ahora.

Tono de Voz Elevado

................................gritos..............

.............................

Tono de Voz Polarizado

Conducta consistente en la utilización del tono de voz de una forma alterada, no normal, forzadamente inusual, etc.

La voz, así como los ojos, también puede considerarse un espejo del alma.

Es importante recalcar que el Tono de Voz Polarizado no sólo suele ser utilizado al maltratar, sino también al hablar en cualquier situación (sin maltratar).

En muchos Maltratadores se observa una voz llamativamente ronca, gastada, potente, fuerte, agresiva, que puede llegar a resultar incluso atractiva, pero que al ser utilizada para expresarse hacia la Víctima, puede llegar a resultar muy desagradable e inapropiada, no adaptada a un clima pacífico o distendido.

Por otra parte, en otros Maltratadores también suele observarse una voz llamativamente suave, tenue, apagada, inocente. Una voz especialmente suave, en según que contextos, puede resultar mucho más dañina y eficaz, que una voz explícitamente agresiva.

Falsos Modales

Consiste en actuar con educación, amabilidad, caballerosidad o buenos modales, que se saben falsos, o que en algún momento pueden observarse como simulados, forzados, interesados o superficiales:

- para manipular a la Víctima y/o a Terceros.

- para quedar bien ante Terceros siendo amable con la Víctima.

- para hacer daño a la Víctima siendo amable con Terceros.

- también, por ejemplo utilizando un tono irónico de voz, para crear una paradoja o contradicción enfermiza.

Intelectualización Proyectiva o Intelectualización de los Sentimientos de la Víctima

Conducta por la cual el Maltratador intenta evitar su responsabilidad con respecto al sufrimiento de la Víctima, interpretándolo, explicándolo o -incluso- justificándolo como total o parcialmente carente de importancia, todo ello en base a teorías o creencias, o bien de factura propia, o bien que el primero supone suficientemente contrastadas y/o socialmente aceptables.

El Maltratador vuelca o "proyecta" en la Víctima su propia frialdad emocional, atribuyéndole una serie de características que justifican el daño o sufrimiento que él mismo le provoca. Realiza una serie de frías explicaciones que niegan la realidad del sufrimiento de la misma.

A diferencia del conocido mecanismo de Intelectualización -consistente en pensar friamente y sin emoción acerca de hechos emocionales propios-, quien tiene una Intelectualización Proyectiva, traslada dicha frialdad a los hechos emocionales de otra persona.

Por ejemplo:

- Tu comportamiento histérico se debe a una necesidad inconsciente de llamar la atención y a que nunca tienes nada mejor que hacer.

- A mi no me eches las culpas de tus problemas. Si tan mal te sientes, no tiene nada que ver con lo que yo haga o deje de hacer, sino con tu completa incapacidad para hacer nada bien.

- ¿Que no te gusta que siempre me quede callado? ¡Pues si tú usaras un poco más la cabeza, en lugar de esperar a que yo siempre te resuelva las cosas, no te quejarías tanto!

- No haces más que pensar en el dinero, que es lo que a ti te importa. Estarías mucho mejor si pensaras más en los demás y un poco menos en ti misma.

- No me vengas con tus sentimientos, tú no sabes más que quejarte y repetirme las tonterías que lees por ahí. Lo que a ti te pasa es que tienes una vida demasiado fácil.

- ¡¿Que a veces piensas en suicidarte?! ¡¿Y pretendes echarme a mi la culpa de ello?! ¡Estoy hart@ de tus mentiras y manipulaciones! ¡Lo que pasa es que demasiado buen@ he sido contigo! ¡Tantos caprichos y tonterías, en vez de trabajar! ¡Me he partido el alma por ti, ¿y ahora me haces esto?!

Debe advertirse seriamente que la Intelectualización Proyectiva resulta altamente frecuente no sólo en la convivencia entre involucrados, sino, también, en el contexto de muchas formas de psicoterapia, cuya enorme frialdad emocional puede llegar a niveles sumamente despiadados.

Tales formas de psicoterapia -ampliamente conocidas e, incluso, socialmente aceptadas- suelen intentar justificar su patente inhumanidad con complicados tecnicismos y con argumentos aparentemente correctos (falacias), disfrazando descaradamente la prolongación del constante sufrimiento de sus pacientes -o, incluso, disfrazando su agravamiento- con simplistas pretensiones de "neutralidad profesional", "profundidad" de conceptos, etc.

Si bien los beneficios de la psicoterapia pueden resultar, idealmente, de plena satisfacción, todo aspirante a iniciar una, debe hallarse especialmente alerta y no rendirse fácilmente en la búsqueda. El Maltrato Psíquico en la Psicología es, paradójicamente, una constante, tanto en la Teoría como en la Práctica.

Proyección Patológica

Conducta por la cual el Maltratador atribuye a la Víctima pensamientos, sentimientos, actitudes o deseos que, en realidad, le son propios a él mismo.

Ello resulta especialmente irónico cuando el propio Maltratador le dice a la Víctima: "Eres una egoísta muy perversa" o "No haces más que manipularme", cuando realmente es a él a quien pertenecen esos defectos.

En muchos casos, el Maltratador llega incluso a proyectar su propia actitud de proyección declarando que la Víctima le atribuye a él pensamientos, sentimientos, actitudes o deseos propios de la misma.

Con la Proyección Patológica el Maltratador puede lograr -como tantos tipos de conductas maltratadoras- desviar la atención de sus propios y verdaderos pensamientos, sentimientos, actitudes o deseos, para así poder mantener su posición superior de poder y seguir manipulando y haciendo daño a la Víctima. Cuando ésta cree que ella es la malvada, loca e indeseable, el Maltratador ha vencido una nueva batalla.

Contradicción Arbitraria o Injustificada

A diferencia de cualquier contradicción comprensible como simple error, la contradicción injustificada o arbitraria es aquella en la que nada de los hechos o la realidad explica o justifica una conducta de significado claramente opuesto a otra, más allá de la voluntad o capricho de su autor.

A diferencia de la paradoja, la contradicción injustificada o arbitraria es de carácter abierto o manifiesto, aunque puede pasar desapercibida si no se presta suficiente atención a las verbalizaciones o a los hechos.

El Maltratador puede permitirse este tipo de contradicción al saber que la resistencia, memoria, percepción y/o inteligencia de la Víctima se halla en un momento bajo.

El componente maltratador de esta conducta radica en la confusión, tensión, ansiedad y estrés que provoca el no saber a qué atenerse frente a realidades incompatibles o mutuamente contradictorias. Al no generarse una comunicación coherente durante algún tiempo, puede provocarse una desinformación contraria a las necesidades más vitales de la Víctima, desinformación por la que ésta acabará consecuentemente confundida y angustiada.

Mediante la contradicción, el Maltratador logra además provocar cualquier tipo de reacción que haga perder el control racional de los hechos, para así inducir a la Víctima al error y, por lo tanto, poder manipularla.

Pensamiento Dicotómico o Polarizado

Creencias, actitudes y verbalizaciones que implican una rígida percepción dualista de la realidad, es decir, una percepción en la que no existen los términos medios o escalas de grises y todo se nombra bajo opuestos. Esta forma pobre o mediocre de pensamiento suele resultar marcadamente habitual entre los Maltratadores, e implica una reducida capacidad de percepción de la realidad y una significativa carencia intelectual, cultural, educativa, etc. debidas a una estructuración mental deficiente por causas psicológicas y/o, incluso, genéticas.

Ej. El Maltratador dice, o bien: "Tú me atacas", o bien: "Yo me defiendo". Otro Ej. "O estás conmigo, o estás contra mi", "O eres bueno, o eres malo", etc.

En definitiva, el Maltratador actúa como si sólo él fuera el dueño de la verdad o como si sólo él tuviera siempre la razón, sin dar lugar a otras posibles verdades o razones tan válidas como las suyas.

Discurso Omnisciente

A través de generalizaciones arbitrarias, forzadas, injustificadas y/o indemostrables, así como haciendo uso de un lenguaje sentencioso, hace parecer sus afirmaciones como universalmente verdaderas, como verdades absolutas e incuestionables. Si se le cuestiona en lo más mínimo, responde agresivamente y/o muestra sorpresa por la supuesta ignorancia de Víctima con frases como: "¡¿No lo sabías?! ¡Todo el mundo lo sabe!".

Suspicacia

Sospecha manifiesta, excesiva y recurrente de cualquier actitud, conducta, sentimiento o pensamiento de la Víctima, o de detalles de poca importancia relacionados con ella. Por ejemplo, hablar de "complots" o "conspiraciones".

Todo Maltratador suele presentar un discurso y un comportamiento general altamente suspicaz, entendiendo como "suspicacia" toda aquella conducta que implica sospecha, desconfianza, control, hipervigilancia, inseguridad, celos, envidia, etc., términos todos estrechamente vinculados entre sí. Por supuesto, todo ello se hallará presente especialmente en Maltratadores con Trastorno Paranoide de la Personalidad (popularmente conocido como "paranoia").

Por ejemplo, los celos patológicos, impulsan al control excesivo de la Víctima, a una gran sensación de inseguridad, a la sospecha de todo lo que pueda separarla del Maltratador, a desconfiar de ella y de todas las personas.

También es habitual la aparición constante de verbalizaciones acerca del tema de la "confianza", donde el Maltratador siempre intenta dar a entender que puede confiarse en él, y poco o nada en los demás.

Intimidación o Amenazas No Verbales de Violencia Física

Son todas aquellas conductas que manifiestan una clara y natural muestra de alarma y peligro inminente, debidos a actitudes gestuales bruscas, ademanes o insinuaciones a través de la manipulación de objetos físicos o de movimientos corporales. Ejemplo: Tomar simplemente un cuchillo o un cenicero, sin que nada ajeno a la discusión lo justifique (como cortar comida, o irse a otra parte a fumar).

A menudo, la Intimidación se basa en la simple ausencia de una explicación verbal racional ante los requerimientos de la Víctima, lo que, por supuesto, denota como mínimo una clara despreocupación por parte del Maltratador (y, por lo tanto, un Maltrato Pasivo). Curiosamente, la indolencia del Intimidador siempre se ve alterada si la Víctima, ante la ausencia de una respuesta favorable, decide pagarle con la misma moneda.

Equivale a Intimidación o Amenazas No Verbales de Violencia Física:

- Provocar Miedo a través de Gestos, Miradas, Acciones, etc.

- Destrozar o Romper Objetos Personales de la Víctima o Cualquier Otra Clase de Objetos.

- Maltratar a Animales Domésticos.

- Mostrar y/o Enarbolar Armas.

- Mostrar y/o Enarbolar Objetos de manera Amenazadora.

Mentira Patológica

Una mentira o engaño son patológicos cuando se producen de manera sistemática o indiscriminada, y siempre de manera conveniente para quien la profiere, en estos casos, el Maltratador (aunque en un principio no lo parezca, como por ejemplo al autoinculparse de algo o al mostrarse como Víctima).

Puede referirse a la Víctima, a Terceros o -incluso- al propio Maltratador (con tal de lograr su cometido). El alcance de sus efectos puede ser a corto, a mediano o a largo plazo, con graves e irreversibles consecuencias. Por ejemplo, es típico el anuncio de un terrible peligro de consecuencias catastróficas, para justificar así un acto agresivo o violento.

Manipulaciones

Una manipulación es toda acción verbal o no verbal que influye en el convencimiento de una persona o su contexto social, para beneficio del manipulador y/o perjucio de dicha persona o contexto.

Faltas de Respeto

Existen dos tipos de faltas de respeto: Las socialmente estipuladas (el insulto, la violencia física y poco más), y todas las citadas en la presente sección como conductas maltratadoras.

Por el momento, las primeras son mucho más popularmente aceptadas como faltas de respeto, básicamente debido a una cuestión de ignorancia en cuanto a la idea de "respeto", y por tratarse además de las formas más burdas, visibles y evidentes de faltar al respeto a una persona, entidad, asociación, etc. Sin embargo, las segundas, existen, no dejan de ser una realidad. Desde el presente portal se espera que algún día esta otra realidad acabe por ser universalmente reconocida como inaceptable por completo.

Conductas Denigratorias

Son todas aquellas que, por medio de una manipulación (amenaza, extorsión, engaño, etc.) obligan a la Víctima a someterse a un comportamiento denigratorio ante el Maltratador y/o ante Terceros, es decir, un comportamiento que rebaje o deteriore la imagen de la primera, avergonzándola, humillándola o poniéndola en ridículo.

Ejemplos: Obligándola a arrodillarse para pedir perdón; haciéndole que acuda disfrazada a una fiesta que en realidad es de etiqueta; obligándola a tropezarse delante de los compañeros.

Agresión Mínima Progresiva

Término ideado especialmente para MaltratoPsiquico.Com. Implica todo comportamiento que, realizado en un momento dado, a lo sumo sólo representa una mínima molestia para la Víctima, pero que, al ser repetido en forma continua o periódica, acaba provocando un daño significativo para la misma.

Como en una tortura china, el Maltratador va dejando caer una tras otra sus "gotas" sobre la cabeza de la Víctima, sin que ésta se sienta con derecho a protestar por tratarse sólo de inocentes gotas.

Se trata pues de una serie de agresiones que por sí solas no hacen daño, sino en su conjunto, por acumulación. En un principio parecen poco significativas, pero más tarde cobran su sentido agresivo.

Con esta conducta, el Maltratador logra que la agresión no parezca evidente, ni para la Víctima, ni para Terceros. La Víctima no sabe de qué defenderse, por no existir una agresión manifiesta, típica o socialmente reconocible como tal, y –para mayor indignación- aparece ante los demás como una persona demasiado sensible, irritable, agresiva, rencorosa, etc. Incluso tiempo después de la agresión, conductas similares o asociadas a la misma, aparentemente sin importancia, le provocan una reacción equivalente que refuerza su estigmatización al mismo tiempo que la inocencia del Maltratador. La Víctima siente que la gota ha rebasado el vaso, pero no puede nombrar el vaso porque parece no existir. A pesar de todo, con una observación adecuada, puede concluirse fácilmente que la sucesión de hechos sí conforman una agresión evidente.

Culpabilización de la Víctima Acerca de Actos Con y Sin importancia

Haga lo que haga la Víctima, todo es culpa de la misma. No se trata tanto de la verdad en cuanto a su responsabilidad, sino de la reiteración cíclica o sistemática de la manifestación culpabilizadora del Maltratador, independientemente de si éste tiene razón o no en su contenido: Aquí se trata de la forma o manera de expresar su inquietud, que además suele ir acompañada por otros tipos de ataques verbales y no verbales (insultos, gestos, muecas, ironías, etc.).

Rasgos Patológicos o Trastornos de la Personalidad

Se manifiestan en todas aquellas conductas que se hallan clasificadas como psíquicamente enfermas o patológicas en relación a ciertos trastornos mentales tales como Narcisismo, Sadismo, Personalidad Psicopática, Paranoide, etc.

Una conducta es patológica cuando implica un perjuicio para la persona que la realiza, pero, en el caso de los Maltratadores, su insanía perjudica significativamente a otras personas (además de a sí mismo). Puede aparecer de manera Cíclica (por períodos) o Sistemática (continua).

Complejo de Inferioridad

El Complejo de Inferioridad constituye una de las características más fundamentales de todo Maltratador. Puede observarse por la imperiosa necesidad del Maltratador de sentirse por encima de la Víctima o, al menos, de no ser menos que la misma. El Maltratador necesita percibir defectos en sus Víctimas y en todas las personas, para desviar la atención acerca de su comportamiento maltratador y para así no pensar en los graves defectos que ellos mismos realmente tienen o creen tener.

Envidia Patológica

El fuerte Complejo de Inferioridad que siempre acompaña a todo Maltratador, acarrea una marcada envidia con respecto a las cualidades positivas de los demás, y, por lo tanto, una mayor necesidad de atacar y destruir las mismas física, verbal y/o actitudinalmente.

Conductas Sexuales Con Violencia y Contra la Voluntad de la Víctima

La presencia de cualquier tipo de las mismas sobrepasa estrictamente el Maltrato Psíquico, y está penada por la Ley.

Presencia de Conductas Sexuales Sin Violencia Contra la Voluntad de la Víctima

Al considerar a las personas como simples objetos, poco impide a un Maltratador incurrir en actos sexuales que nieguen el respeto al otro. Esto puede realizarlo contra su Víctima habitual, o contra un Tercero. Aquí no hay violencia física, pero sí una manipulación que permite el acto sexual. La Víctima no lo desea, pero se siente obligada a consentirlo debido a miedos, temores, amenazas, etc.

Utilización del Sexo para la Obtención de Gratificaciones No Sexuales Ni Afectivas

Es cuando el Maltratador ofrece su cuerpo para el goce sexual y/o afectivo de la Víctima, pero a cambio de que ésta le proporcione otro tipo de gratificación, personalmente injusta, inapropiada o perjudicial para la misma.

Por supuesto, aquí no se describe el hecho de que la Víctima consienta o no, sino el hecho en sí de que ese tipo de injusta, perjudicial y falsa negociación se realice.

Sexo Condicionado Por Gratificaciones No Sexuales Ni Afectivas

Es cuando el Maltratador manipula a la Víctima para que ésta entregue su cuerpo para la satisfacción sexual del primero, a cambio de promesas, regalos, amenazas psíquicas, etc. (Cuando la amenaza es física, es decir, de causar cualquier clase de daño físico, tal acto constituye el conocido delito de "violación".)

Cortinas de Humo

Verbalizaciones destinadas a desviar la atención acerca de su propia conducta, y centrarla en la de la Víctima. Por ejemplo, acusaciones anticipadas, contra-críticas, dar vuelta los argumentos, etc.

Sobornos Solapados Por Anticipado

El Maltratador, muy por el contrario de lo que es su verdadero carácter egoísta, puede mostrarse excesivamente generoso, realizando con notoria facilidad -y sin que la Víctima tan siquiera se lo pida- regalos, favores, adulaciones, etc. también sin pedir nada a cambio en un primer momento.

Sin embargo, más tarde, estos facilitarán la manipulación de la Víctima al sentirse, naturalmente, en deuda, y también serán de gran utilidad como moneda de cambio si se le llegan a cuestionar las agresiones, manipulaciones, etc.

Chantaje Emocional

Expresión popularmente conocida que indica la imposición de una conducta por parte del Maltratador, o la exigencia de otra, bajo la amenaza de no corresponder a las necesidades afectivas, emocionales o sexuales de la Víctima.

El Maltratador impone su voluntad amenazando con retirar uno o más derechos del tipo de los mencionados, que normalmente se hallan presentes de manera implícita o explícita en la relación, bien sea por acuerdo entre las partes, o por simple convencionalismo o costumbre social o cultural.

Chantajes o Extorsiones

Términos más generales o globales que la expresión anterior, referidos a cualquier tipo de imposición bajo amenaza.

Acusaciones Anticipadas

Cuando el Maltratador percibe que está a punto de ser desenmascarado -o que ello es muy probable- puede lanzar una o más acusaciones –fundadas o infundadas- que a fines prácticos logran desviar la atención de sí mismo, y centrar la responsabilidad del conflicto o de cualquier conflicto sobre la Víctima.

Simulación de Incapacidad, Disminución o Disfunción Psíquica

Farsa, comedia, representación, fingimiento, engaño, mentira, donde el Maltratador actúa como si fuera incapaz de comprender, recordar o percibir ciertas verbalizaciones y necesidades de la Víctima, así como la evidencia de ciertos hechos y actuaciones, lo cual resulta en perjuicio de la misma y, paralelamente, apoya o refuerza otras de las conductas maltratadoras. Bien utilizada, puede dar lugar a las más crueles y despiadas situaciones.

Indagando en las posibles motivaciones de este tipo de comportamiento, puede descubrirse que el aparente problema del Maltratador siempre le reporta algún tipo de ventaja o beneficio.

Algunos de los tipos más comunes son:

Simulación de Falta de Comprensión o de Inteligencia (Conducta socialmente conocida por la expresión "Hacerse el tonto")

Simulación de Ignorancia

Simulación de Mala Memoria / de Pérdida de la Memoria

Simulación de Locura (Es conocido el término jurídico "Locura Transitoria", pero cuando se trata de un Maltratador esto suele tratarse sólo de un truco o estratagema para eludir responsabilidades)

Simulación de Capacidades Psíquicas Superiores

Comedia, representación, fingimiento, engaño, donde el Maltratador actúa como si fuera capaz de comprender, recordar o percibir la realidad en general de una manera superior, especial, más apropiada o más eficaz que el resto de las personas normales y, especialmente, de la Víctima.

Todo Maltratador suele situarse en una posición superior en más de un sentido, como vano intento de alejarse de su profundo sentimiento de inferioridad, pretendiendo parecer diferente a cualquier otro ser humano, por lo que a menudo no es extraño preguntarse si no se cree un ser humano.

En definitiva, todo ello le permite manipular a la Víctima y/o a Terceros al convencerles de que ellos no se dan cuenta de ciertos hechos o conductas que él sí se da cuenta y de que, por lo tanto, deben hacerle caso a lo que diga, sugiera u ordene.

El factor maltratador radica en que -al igual que en la Simulación de Incapacidad, Disminución o Disfunción Psíquica- omite completa o parcialmente ciertas verbalizaciones y necesidades de la Víctima, así como la evidencia de ciertos hechos y actuaciones, resultando todo ello en perjuicio de la misma y, paralelamente, apoyando o reforzando otras de las conductas maltratadoras. Por supuesto, según como sea ejecutado este tipo de comportamiento, también puede dar lugar a las más crueles y despiadas situaciones.

La Simulación de Capacidades Psíquicas Superiores no es una conducta excluyente de la Simulación de Incapacidad, Disminución o Disfunción Psíquica y puede ser utilizada alternativamente con por un mismo Maltratador, siempre y cuando éste evite descubrirse.

Cinismo

Actitud popularmente conocida debido a su frecuente uso en política: Se afirma o se hace una cosa y, posteriormente, se actúa como si jamás se hubiera afirmado o hecho tal cosa.

Llevado a cabo de manera burda o simple, o al ser descubierto, el cinismo puede provocar un descrédito definitivo hacia cualquier Maltratador. Sin embargo, normalmente lo que éste logra es provocar confusión, engañar y manipular, ya que maneja los tiempos y las palabras de manera que pase desapercibido o, en todo caso, de manera que las consecuencias le perjudiquen lo menos posible.

Exposición Reiterada a Verbalizaciones o Acciones de Contenido Agresivo o Violento

Son todas aquellas conductas verbales y no verbales que:

- incluyen o implican violencia o agresividad.

- no van dirigidas a la persona de manera directa ni indirecta (no hacen referencia a su persona).

- irritan, hieren, molestan, perturban o -simplemente- hacen sentir mal a la Víctima, aunque para el Maltratador no sea así.

Falta de Empatía

Caso omiso o incomprensión hacia la Víctima acerca de sus sentimientos, como por ejemplo sus peticiones de rectificación o disculpa acerca de las acciones del Maltratador, o cualquier tipo de manifestación de malestar verbal o no verbal (llanto, signos de tristeza, etc.)

Crítica Destructiva Reiterada

Son todas aquellas afirmaciones o simples comentarios del Maltratador que ponen de manifiesto fallos, errores, desatinos, etc. por parte de la Víctima, sean estos graves o pequeños, pocos o muchos, pero, además, realizadas de forma repetitiva o predominante. Recordemos que el componente maltratador de toda conducta no radica tanto en la realidad o ficción que representa, sino también en su uso abusivo o reiterado, en el desgaste moral de la persona a la que van dirigidas, así como en el uso completamente parcial de las mismas (normalmente el Maltratador esconde los aciertos de la Víctima, es decir, la Crítica Constructiva, sólo utilizándola muy ocasionalmente, con la finalidad de disimular o de compensar cualquier otro tipo de Maltrato).

Ejemplos:

    • Eres un inútil.
    • No vales / sirves para nada.
    • Esta camisa (o cualquier otra pertenencia) te queda un poco mal, ¿no?
    • Todo lo haces mal.
    • Tu coche / comida / móvil / etc. es una mierda.
    • Podrías haber hecho esto de otra manera / como yo te dije / mucho mejor.
    • ¡Qué mal humor tienes! / ¡Tú siempre estás de mal humor! (Críticas que implican cinismo).
    • ¿No has encontrado un (...) mejor / más rápido / más económico / etc.?
    • ¡Tú siempre estás criticando! / ¡Tú siempre te estás quejando de todo! (Críticas que implican cinismo).

Irritabilidad y/o Irascibilidad Desmedidas

Aparece especialmente al ofrecerse resistencia al Maltrato o, incluso, al expresar la más mínima crítica frente al comportamiento maltratador.

Pesimismo Generalizado

Son todas aquellas conductas verbales o no verbales que, de manera reiterada, diagnostican o pronostican un resultado no favorable para las acciones pasadas, presentes o futuras de la Víctima. Son actitudes depresivas y/o paranoides, que siempre implican negativismo en forma de amargura o de sensaciones de fuerte peligro. Consiste en la inculcación exagerada o innecesaria de preocupaciones, la exageración de problemas superfluos o insignificantes, verbalizar profecías catastróficas que involucran o pueden involucrar a la Víctima, etc.

Ejemplos: (1) Organizar escándalos por nimiedades o asuntos sin una importancia proporcional o razonablemente justificada. (2) Intentar convencer de que la mayoría de las personas sólo traen problemas, desgracias, etc.

El Maltratador puede presentar su pesimismo sin mencionar siquiera a la Víctima, como simple cualidad personal del mismo, o puede presentarlo dirigiéndolo directa o indirectamente a la Víctima.

Por otra parte, el pesimismo que el Maltratador dirige hacia la Víctima, como en relación a muchas otras de sus manipulaciones, suele contrastar notablemente con un desproporcionado optimismo cuando se trata de sí mismo y todo lo que él diga, haga, sienta o diga pensar.

Privación de la Libertad o Restricción Irracional de la misma

Actitudes que llevan a la Víctima al Aislamiento Físico, Psíquico y/o Social, tanto de manera voluntaria como involuntaria por cualquiera de las partes.

Actitudes Omnipotentes o de Soberbia

El Maltratador manifiesta verbalmente una superioridad en cualquier tema que se trate, actúa en forma omnisciente, como si supiera más que nadie de cualquier tema, y como si no necesitara ayuda o consejo de nadie. Por supuesto, si se analizan sus frases con detenimiento, dicha actitud resulta completamente irreal; por más que se esfuerce en argumentarlo con palabras o con su "lógica", los hechos son otros bien diferentes (sobre todo si su habitualmente presente complejo de inferioridad está justificado). Ningún ser humano lo sabe todo ni tiene siempre la razón.

Negligencia Afectiva

Escasa o nula presencia de conductas afectivas positivas físicas (tales como besos, caricias, abrazos, etc.) o verbales (halagos, felicitaciones, agradecimientos, disculpas, etc.). La Negligencia Afectiva no contempla las conductas puramente sexuales -es decir, las destinadas específicamente a la excitación sexual-, sino las conductas que implican muestras de afecto o de cariño.

La negligencia física de afecto resulta muy relevante en relaciones propiamente afectivas y/o personales (cónyuge, familia, amigos), y menos relevante en relaciones formales (de trabajo, estudios, etc.). La negligencia verbal de afecto resulta fundamental en todo tipo de relación.

La ausencia o escasez de las conductas afectivas tanto físicas como verbales inequívocamente expresan un deterioro general de la relación entre dos o más personas, un distanciamiento emocional, falta de armonía, confianza, compenetración, etc.

Rechazo Afectivo

Respuesta activa o pasiva frente a las iniciativas afectivas de la una persona. Es cuando el Maltratador hace caso omiso o cuando rechaza abiertamente la mayoría de los acercamientos afectivos de la Víctima.

Ejemplos de Respuesta Pasiva: Hacer silencios, no moverse, no reaccionar abiertamente, no hacer nada.

Ejemplos de Respuesta Activa: Apartarse, apartar a la Víctima, moverse, irse, quejarse, poner "caras", decir "Ahora no quiero", "No hagas eso", "Déjame", "¡¿Qué haces?!", etc.

Celos Patológicos

Celos irracionales o infundados, fuera de lo normal, exteriorizados en una exacerbada o excesiva preocupación por una o más relaciones de la Víctima, acompañada de agresividad y control o sobreprotección exagerados. A veces muy velados o disfrazados (rara vez admitidos), pueden detectarse fácilmente cuando la persona reacciona negativamente a cualquier actitud o comentario relacionado con una tercera persona.

Táctica de Yago

Concepto ideado para MaltratoPsiquico.Com, basado en el personaje de la obra "Otello" escrita por William Shakespeare. Indica que, en lugar de mostrar o actuar por celos, se manipula para provocar celos -o cualquier tipo de enemistad- en la Víctima con respecto a un Tercero. Con ello el Maltratador busca -y consigue- sembrar la duda, desestabilizar, enemistar, crear conflicto, etc.

Por ejemplo, un empleado de oficina que halaga constantemente a un compañero delante de un compañero-víctima y que, paralelamente, lanza rumores de que el halagado odia, insulta, etc. a éste, instaura, tras repetidos intentos, una rivalidad previamente inexistente. Bien hecho, la Víctima y el Tercero acabarán pasando por Maltratadores, mientras que el verdadero Maltratador quedará como un inocente asesor, confidente, amigo, etc. (no hace falta imaginar la presenceia de tales maniobras en las intimidades del ámbito político).

Por una parte, el Maltratador destaca -abiertamente o no- ciertos aspectos positivos del Tercero asegurándose que la Víctima lo presencie, para -como mínimo- activar el mecanismo natural o normal de los celos (que puede ser mayor o menor según el caso).

Por otra parte, el Maltratador destaca delante de la Víctima, pero a espaldas del Tercero, ciertos aspectos negativos de la misma, dando a entender que es el Tercero quien los ha verbalizado. Con ello, se asegura de que los celos iniciales se potencien, así como un odio, enemistad, etc. a la que normalmente el Tercero acaba respondiendo en una sucesión de ataques y contraataques en los que el Maltratador queda al margen.

Uso del Anonimato

El Maltratador Psíquico siempre evita atacar en presencia de posibles testigos, porque su conducta podría ser mal vista, etc. Ataca en momentos de privacidad entre él y su Víctima, de tal manera que ésta se halle lo más incapacitada posible de demostrar el Maltrato. El Maltratador sólo atacará en presencia de otros, si considera que ello no le reportará ningún perjuicio o si logra crear uno o más Cómplices a su alrededor.

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Verbalizaciones Típicas del Maltratador Psíquico

Algunas van acompañadas de explicaciones y posibles respuestas defensivas.

"Lo hago por tu bien" / "Todo lo hago por ti" / "Algún día me lo agradecerás"

"Todo lo haces mal"

"Tú sólo quieres derechos, pero nunca obligaciones"

"Exiges respeto / que te respete/n, pero no haces nada para merecértelo / pero no te lo mereces / pero actúas de esta manera"

"Olvídate del pasado" / "Olvidemos el pasado" / "Piensas demasiado"

"Eres un inútil / un incompetente" / "No vales para nada"

"Tú me has provocado" / "Tú me has obligado" / "Tú mismo/a te lo has buscado"

"Tú siempre estás exigiendo, pero a mi no me das nada / pero, a mi, ¿qué me das?"

"Tu hermana / Tu prima / etc. sí que vale / sirve para algo"

Comparación descalificadora que implica que la Víctima no vale o no sirve para lo que sea, o que es menos que otra persona cuyas cualidades son sobrevaloradas por el Maltratador a costa de los sentimientos de la Víctima, y sacadas del contexto particular de cada persona. Nadie es menos que otra persona, ni las circunstancias personales de las personas son iguales.

"Cómo se nota que no tienes problemas" / "A ti lo que te pasa es que te faltan problemas" / "Eso no es un problema" / "Lo mio sí que es un problema / son problemas" / "Yo tengo más problemas que tú, y no me quejo"

"Se nota que tienes demasiadas cosas"

"Te he dicho mil veces que así no se hace / cómo hacerlo"

"A ti nunca te va querer nadie / Nadie te va a querer jamás / ¿Y a ti quién te va a querer?"

"Ellos no te quieren como yo"

"Ellos en realidad no te quieren" / "Ellos en realidad te quieren por nuestro dinero / por tu cuerpo / por interés / etc."

"No se lo digas a nadie" / "Será mejor que nadie se entere de esto" / "Esto es algo entre tú y yo"

"Nadie va a creerte" / "Si se lo cuentas a alguien, vas a parecer un loco / una loca / una histérica"

"Voy a hundirte / ir a por ti / aplastarte / destruirte / arruinarte la vida / a hacer que te vuelvas loco/a" / "Si yo quiero / quisiera / Si me provocas, puedo / voy a / no tendré más remedio que / me obligarás a (...)"

"Cuando seas mayor podrás hacer lo que quieras, pero ahora estás en mi casa"

"La gente es mala / no sabe nada / es ignorante / es peligrosa / es mucho peor que yo / que nosotros"

"Yo tengo mucha más experiencia que tú"

Ni toda la experiencia del mundo justifica ser agredido o tratado injustamente. Además, siempre hay otras personas con igual o superior experiencia que el Maltratador, y que dirán lo contrario.

"Piensa en tu futuro"

"Te arrepentirás de esto / de tratarme así / no hacerme caso / no escucharme / hacerme esto"

"¡¿A mi me dices esto / me tratas así?!"

"Yo no he dicho eso" / " Yo nunca he dicho eso" / "Entiendes mal las cosas" / "Entiendes las cosas al revés"

"¡¿Y tú qué sabes?!"

"Siempre estás criticando / maltratándome / haciéndome daño / mirándome mal / molestándome con tus impertinencias / etc." / "Vas a volverme loco/a con tus impertinencias / tu actitud / tu comportamiento" / "Vas a hacer que me dé un ataque al corazón / a enfermarme"

Ataque plagado de cinismo, utilizado como descarada cortina de humo para desviar la atención hacia la propia Víctima justamente del problema que el mismísimo Maltratador está provocando. Es un claro intento de reforzar una confusión ya instaurada, realizado en un momento claro de poder. En otros contextos, este tipo de ataque puede ser fácilmente identificado y rebatido, por burdo e inocente, pero aquí puede permitirse el lujo de utilizarlo.

"Eres un/a desagradecido/a"

"Esto te va a salir mal" / "Lo vas a hacer mal" / "Vas a fracasar, como siempre"

"Como te atrevas a hacer esto, ya verás / te arrepentirás" / "¿A mi te atreves a hacerme esto?" / "Si haces esto / Como hagas esto, ya verás" / "Si sigues así / Como sigas así, te va a ir muy mal en la vida / te arrepentirás"

"Te arrepentirás" / "Ya volverás a mi para pedirme ayuda / perdón"

"Yo soy tu padre / marido / jefe / El Papa / etc., y tienes que obedecerme / hacerme caso / etc."

"Eres demasiado joven / viejo / tonto para entenderlo"

"Los libros / Tu Novio / Tus Amigos / Satanás te ha/n confundido / no te convienen / etc."

Respuestas sugeridas: "No, el no leerlos tú te confunde a ti" / "No, el hecho de que tú no los hayas leído es lo que te confunde a ti" / "No, tal vez eres tú quien está confundido, por no haberlos leído" / "Tú sí que confundes" / "¿Los libros me confunden y tú sabes más que los libros? Sí, claro…" / "No, esos libros te confundirán a ti en todo caso" "No, esos libros los ha escrito gente que sabe más que tú" / "Si prefieres creer eso…" / "¿Qué libros exactamente? ¿Acaso los has leído?" / etc.

"Esa actitud / frasecita no te servirá de nada"

"¿Quién te ha enseñado estas tonterías?"

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