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  Educar Sin Maltrato
 
 

Educar Sin Maltrato

Educar y Maltratar son dos términos incompatibles.

Utilizar formas de Maltrato Psíquico o Físico en la práctica de cualquier clase de educación o enseñanza -además de constituir una crueldad innecesaria y un claro abuso de poder- siempre resulta una tarea altamentemente ineficiente.

Las consecuencias de Educar Con Maltrato siempre implican efectos no deseados, incontrolados y ajenos al tema educativo en concreto:

((( 1 )))
Para la Víctima

((( a ))) Sufrimiento (inmediato y a corto, mediano o largo plazo; leve, moderado o intenso), independientemente del esfuerzo intelectual propio de cualquier aprendizaje; y Perjuicios Psíquicos.

((( b ))) Un posterior e hipotético Placer y/o Satisfacción, como frutos de la aplicación de lo aprendido.

((( c ))) Un Aprendizaje Inferior: Más lento y más pobre.

((( 2 )))
Para el Maltratador

((( a ))) Placer: Resarcimiento de frustraciones íntimas o personales; y Comodidad.

((( b ))) Sufrimiento: Al ser odiado o replicado por el Maltrato, o a través de un posterior sentimiento de culpa (a veces).


((( 1 ))) Consecuencias para la
Víctima:

La primera consecuencia de Educar Con Maltrato es un sufrimiento para la Víctima, independiente del esfuerzo intelectual propio de cualquier aprendizaje, que según su nivel de repetición y según su nivel de intensidad (leve, moderado o grave) lamentablemente acaba llevando a consecuencias psíquicas perjudiciales inmediatas y a corto, mediano o largo plazo.

Por más que el Educador-Maltratador jamás llegue a ser testigo del perjuicio para la Víctima, e incluso ésta haya aprendido aquello que se pretendía, todo Maltrato Psíquico o Físico es contrario a un aprendizaje adecuado y sin futuras consecuencias contraproducentes, aunque por muchos años -e incluso durante toda una vida- ello pueda pasar completamente inadvertido.

Muchísimos padres y educadores creen que, "dando caña", el afectado se "espabilará" o se pondrá "las pilas", e intentan convencerse de que lo primero sólo será necesario como algo "pasajero" o "excepcional" y "por el propio bien" de la Víctima. "Al fin y al cabo, ¿qué son unos pocos gritos si mi hijo acaba aprobando el curso?" -piensan. "Ahora lo pasa mal, pero después me lo agradecerá".

Tal actitud puede dar algún resultado en momentos muy breves y contados, pero, en la realidad, los hechos -todos los hechos- no suelen resultar así: La excepción suele acabar siendo la regla, y el pretendido bien de un "buen" futuro es excesiva y reiteradamente reemplazado por un presente interminable, amargo, agresivo, desagradable y cargado de tensiones -y, por lo tanto, más que probablemente, en un futuro equivalente. Por ello, un posterior e hipotético Placer y/o Satisfacción, como frutos de la aplicación de lo aprendido, puede ser posible, pero lo que aquí se cuestiona es si compensa. Conocidos son los grandes genios que la sociedad ha dado, pero que, al mismo tiempo, han sido grandes monstruos y grandes infelices.

Por otra parte, Educar Con Maltrato significa incluir en la Educación un componente altamente adictivo que encierra los peligros de cualquier tipo de droga: Cuanto más se utiliza el Maltrato, más dependencia se crea y mayores dosis del mismo requiere.

Con cada acto de Maltrato, se da por sentada una tolerancia con respecto al mismo, así como un consecuente efecto de acostumbramiento o falta de sensibilidad, lo que siempre acaba haciendo necesario aumentar progresiva o abruptamente las dosis para lograr los mismos resultados u objetivos educativos. Hoy día, tal aumento tiene unos límites legales y sociales afortunadamente mejorados en relación a otras épocas, pero todavía existe una enorme tolerancia con respecto al Maltrato, especialmente al Maltrato Psíquico.

Desde el Primer Maltrato,
Cada Maltrato Aumenta las Probabilidades
de
Dependencia del Mismo
y Disminuye la
Sensibilidad al Mismo.

A más Maltrato,
mayor
Dependencia
y mayor
Grado de Maltrato.

Debe remarcarse que Educar Sin Maltrato no hace referencia sólo al Maltrato dirigido específicamente a la Víctima, sino también a la exposición de ésta a la presencia de Maltrato Psíquico y/o Físico.

Aunque a muchas personas les resulte difícil de comprender, el ser humano está hecho para responder negativamente no sólo al ser maltratado de manera directa o de manera activa. Muchos padres y profesores, así como los medios de comunicación y la sociedad, llegan a crear un ambiente inapropiado alrededor del niño y del adolescente que, a pesar de ser éste tratado con un relativo respeto, y de ser llenado de atenciones, indefectiblemente acaba por afectarle como una forma más de Maltrato.

Tal ambiente inapropiado puede implicar no sólo un ambiente hostil o de violencia, sino también una sobreexposición a experiencias inadecuadas para la edad del menor (sexo, drogas, dietas, pobreza cultural) y a modelos o ejemplos de comportamiento opuestos a lo que se pretende inculcar. El ser humano es así, aprende más por el ejemplo que por lo que se le diga o se le haga leer. Ello es sabido, pero muy poco practicado.

Por ejemplo, las típicas discusiones entre padres o entre adultos que implican, además de una fuerte carga agresiva o violenta, una serie de problemas y asuntos que el menor no está en condiciones de comprender o digerir, lo cual le acarreará innecesarias confusiones, además de un gran malestar.

El reiterado Maltrato entre los referentes sociales del menor, es decir, entre las personas que ama, quiere, respeta o admira, entre sus artistas favoritos -o, simplemente, entre los artistas que los medios le dan a conocer-, entre los representantes políticos, entre sus compañeros mayores de clase, etc. aumentará las probabilidades de crear una alteración o perturbación en el desarrollo mental y social del primero, además de la mera y conocida imitación de "malos ejemplos".

En cuanto al aprendizaje en sí de los contenidos educativos, consideramos que Educar Con Maltrato puede resultar medianamente efectivo en este sentido (al fin y al cabo, las escuelas y universidades llevan dando egresados desde siempre), pero, claramente, Educar Sin Maltrato resulta siempre una tarea mucho más eficiente a fin de aprender tales contenidos. Educar Con Maltrato supone un Aprendizaje Inferior: Más lento y más pobre.

((( 2 ))) Consecuencias para el Maltratador:

En la gran mayoría de los casos, tras el Educar Con Maltrato subyace la inconfesable motivación, por parte del Educador-Maltratador, de hacer realidad un resarcimiento de las propias y más íntimas frustraciones del Educador-Maltratador. Tal resarcimiento le reporta, al menos en un principio, un mayor o menor placer.

Este factor puede ser consciente o inconsciente: Una acumulación de tensiones personales que finalmente paga el más débil, o la simple aplicación de modelos o esquemas familiares y/o sociales del tipo "dominante-dominado" o -en definitiva- "Maltratador-Víctima".

A veces, a las motivaciones personales se suma una notable ignorancia, también por parte del Educador-Maltratador, acerca de su verdadera responsabilidad o tarea.

Además de placer, el Educar Con Maltrato siempre reporta para el Educador-Maltratador una mayor comodidad, dado que el Maltrato reemplaza el esfuerzo de la comprensión, el diálogo, la paciencia, la tolerancia, etc.

Opuestamente al placer y la comodidad, a menudo también existe como consecuencia de Educar Con Maltrato un sufrimiento bajo la forma de sentimiento de culpa, o al ser odiado o replicado por la Víctima, lo que demuestra que -además de la Víctima- el Educador-Maltratador puede verse muy mal compensado.

Con respecto a esto último, es de vital importancia recalcar que la evitación de ciertas conductas consideradas maltratadoras, o la evitación de de las acciones educativas que un caso requiera, puede implicar un Maltrato de tipo pasivo o por omisión: El "dejar hacer" o una "libertad" sin límites u orientaciones por parte de los responsables, muchas veces con la intención de evitar un sentido limitado de "Maltrato" o, por ejemplo, de lo que es un "trauma", y con la intención de evitar un consecuente sentimiento de culpa (etc.), puede dar resultados tanto o más indeseables que la aplicación de lo normalmente establecido como "Maltrato": Actualmente, existe un elevado repunte de hijos con marcadas tendencias psicopáticas y narcisistas (cuadro conocido como el "Síndrome del Emperador").

En definitiva:

Educar Con Maltrato -sea con la sincera intención o con la malintencionada excusa de Educar-, da siempre los siguientes resultados:

1º) Siempre y cuando mantenga su posición superior de poder, el Educador-Maltratador obtendrá el resultado que desea: Hijo, alumno o empleado, mal que bien, aprenderán.

2º) Al menos temporalmente, el Educador-Maltratador no se tendrá que preocupar de nada: Ni de recurrir a otros métodos menos rápidos y menos fáciles, ni de posibles efectos adversos, ni mucho menos de las causas de las dificultades, reticencias e "incomprensibles" rebeldías que se presenten... por el momento.

3º) Hijo, alumno o empleado se acostumbrará o adaptará al Maltrato, a las insinuaciones, a los gritos, a los insultos, al repertorio de agresiones del Educador-Maltratador, a sus sobornos materiales, a su pasividad ante temas o necesidades tan reales como el del puro aprendizaje, etc.

4º) El Educador-Maltratador deberá incrementar el nivel de Maltrato, si desea seguir obteniendo los mismos, o mejores, resultados (a menos que decida Educar Sin Maltrato).

5º) El Educador-Maltratador descubrirá que, con sus métodos, sólo existen dos tipos de hijo, alumno o empleado:

((( a ))) Obediente:

1º) Se someterá a sus deseos, hará todo lo que el Educador-Maltratador siempre ha querido. Hasta se convertirá en un alumno o hijo "ejemplar": Un Doctor, un Abogado, un Ingeniero...

2º) Un día, de repente, el Educador-Maltratador no comprenderá -o "dirá" que no comprende- por qué su empleado, hijo o alumno actúa de una manera inesperadamente inapropiada, por qué le trata así, por qué ha dejado los estudios, por qué se droga, por qué se ha quedado embarazada, etc... si es que el segundo ha permitido que el primero sea testigo de ello.

((( b ))) Rebelde:

1º) Como el hijo, alumno o empleado no obedece, el Educador-Maltratador creerá (o querrá hacer creer) que "lo mejor" para el primero es continuar incrementando una y otra vez el Maltrato (porque eso es) hasta que obedezca.

2º) En algunos casos, el hijo, alumno o empleado "recapacitará" y se "adaptará" a lo que es "razonable" y "por su bien", convirtiéndose en un hijo, alumno o empleado del tipo anterior (con lo bueno y con lo no tan bueno). Como, en otros casos, el hijo, alumno o empleado seguirá en su actitud de "incomprensible" rebeldía, es decir, seguirá sin obedecer, finalmente acabará haciendo lo que le dé la gana siempre, así como haciendo todo aquello que el Educador-Maltratador tampoco hubiera comprendido si su hijo, alumno o empleado hubiera resultado Obediente.

Educar Sin Maltrato es primordialmente preparar para la vida, y no sólo ayudar a memorizar datos o enseñar a razonar sólo de determinada manera con la finalidad de ganar dinero o, en definitiva, de hacer lo que otros -padres, amigos, empresarios, políticos, etc.- quieren o esperan de nosotros para acabar transcurriendo por la vida hiper-informados poco más conscientes que animales o simples máquinas o robots y, consecuentemente, domesticados, amaestrados, teledirigidos, y, en una palabra, manipulados. Si algo de todo esto es cierto en nosotros, intentemos, de aquí en más, evitarlo y, especialmente, que otros no lo paguen.

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Expresiones de quienes eligen
Educar Con Maltrato

"Yo educo a mi hijo como me da la gana."

"No me diga cómo tengo que educar a mi hijo."

"Esta es su / tu responsabilidad, no la mia."

"Ahora no puedo" / "Ahora no tengo tiempo."

"Lo hago por su / tu bien. Algún día él / ella me lo agradecerá/s."

"¡¿Cree Ud. que me gusta tratarle así?!" / "¡¿Crees que me gusta tratarte así?!"

"Mano dura es lo que hace falta. ¡Tantas contemplaciones... / preguntas... / explicaciones... / exigencias...!"

"¡En la época de (...) no se hacían tantas preguntas!"

"A mi, mis padres me educaron así, y ahora se lo agradezco."

"¡Porque yo lo digo!" / "¡Porque es así, y ya!"

"¡¿Otra vez te has equivocado?!"

"¡Te he dicho mil veces que eso no se hace así!"

"¡Como vuelvas a equivocarte / hacer esto, (...)!"

"¡Más rápido, vamos! ¡Más rápido!"

"A tu edad, yo ya (...)." / "A tu edad, tu herman@ / tu prim@ / Einstein / etc., ya (...)."

"No debería importarte que mamá y papá discutan / se peleen."

"Lo que yo haga, no debe importarte: Tú debes (...)."

"¡Es que no te enteras!"

"Yo te enseño / enseñé bien, pero tú no has aprendido."

"Cría cuervos, y te sacarán los ojos."

"Eres un/a idiota / subnormal / etc."

"¡¡¡Deja, deja, deja!!!"

"Nunca haces nada bien." / "No sabes hacer nada bien. Eres un/a inútil."

"Contigo / Con este/a, no hay nada que hacer."

"Tú nunca serás nada."

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